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44 JESUS ALONSO GUERRERO de Dios. Objetivamente, el punto de partida consiste en encontrar aquel aspecto de la realidad total que mejor permita el acceso al Cristo total. La CL elige como punto de partida el Jesús histórico o totalidad de la historia de Jesús en cuanto se desprende de los textos del NT: «proponemos como punto de partida el Jesús histórico, es decir, la persona, predicación, actividades, actitudes y muerte en cruz de Jesús de Nazaret, en cuanto se puede desprender, aún dentro de las precau­ ciones que impone la exégesis crítica, de los textos del NT»31. Según este punto de partida, el Jesús histórico es la clave para acceder al Cristo total tanto para la fe cristiana como para la inteligencia de esa fe que es la teología. Esta elección del Jesús histórico como punto de partida se funda­ menta en diversas razones32. La primera razón es que el Cristo total es una realidad límite para el hombre en el mundo, que sólo se le com­ prende vitalmente en el camino hacia su plenitud como el Cristo. La segunda razón es que la exigencia fundamental de Jesús al cristiano es el seguimiento de su vida histórica y este seguimiento sólo es compren­ sible desde el Jesús histórico. La tercera razón es que la historia mues­ tra la posibilidad de ahogar al Jesús histórico en el Cristo resucitado y glorificado, lo cual desemboca en la conversión de la fe cristiana en una religión sin especificidad. Otra razón para hacer del Jesús histórico punto de partida cristoló- gico es la similitud existente entre la situación latinoamerica y la de Jesús. En ambas situaciones se dan tanto la injusticia como la lucha contra ella. Un Jesús que lucha a favor de la vida y contra los ídolos que dan muerte no puede no ser significativo en América Latina. La situación latinoamericana nos hace comprender mejor al Jesús histórico y el Jesús histórico proyecta luz sobre la problemática latinoamerica y sobre los esfuerzos liberadores por superarla: «el Jesús histórico se hace ‘evidente' —una vez que se ha presentado su historia con un mínimun de veracidad—, se hace ‘exigible’ para que haya fe en él en América Latina; y por otra parte, ese Jesús histórico hace ‘evidente' y ‘exigible’ lo que debe ser la fe en Cristo y cuál debe ser su núcleo fundamen­ tal: el seguimiento de Jesús como defensa de la vida y lucha contra la muerte»33. 31. CAL 271. 32. Cf. CAL 269. 33. JAL 122.

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