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JESUCRISTO, SALVADOR Y LIBERADOR 39 ¿Cómo articular adecuadamente liberación y salvación? Las libera ciones históricas anticipan, concretizan e historifican la salvación pero no la agotan. La liberación está abierta a una plenitud transhistórica. Las liberaciones históricas no son solamente históricas. Son sacramen tos de la salvación que se dio definitivamente en Jesucristo: «La salva ción no se identifica con las liberaciones históricas porque éstas se man tienen siempre dentro del cuadro de la historia; por eso son fragmenta rias y nunca plenas. La salvación se identifica en las liberaciones histó ricas porque éstas se mantienen siempre dentro del cuadro de la histo ria; por eso son fragmentarias y nunca plenas. La salvación se identifica en las liberaciones históricas que los hombres introducen, es decir, se concreta, se da a conocer y se anticipa en ellas. Por tanto, salvación y liberación no se sobreponen. La salvación constituye una realidad y un concepto mayor que incluye y encierra dentro de sí las liberaciones históricas (como realidad y como concepto). Las liberaciones, a su vez, se abren a otras cada vez más integrales hasta aquella expresión supre ma que es la perfecta libertad de los hijos de Dios, de los justos de todas las naciones, razas y lenguas que acogieron el don de Dios dentro de la historia»21 La articulación de la salvación cristiana y las liberaciones históricas da por asentado que no existen dos historias, una historia de Dios y una historia de los hombres, sino una sola historia cuyos protagonistas son Dios y el hombre: «lo que se da es una realidad histórica en la cual interviene Dios y en la cual interviene el hombre, de modo que no se da la intervención de Dios sin que en ella se haga presente de una u otra forma el hombre y no se da la intervención del hombre sin que en ella se haga presente de algún modo Dios. Lo que se necesita discernir es la distinta intervención de Dios y del hombre y el distinto modo de ‘relación’ de esas intervenciones»22. n . R eino de D ios y liberación Los cristianos latinoamericanos insertos en el proceso de liberación intentan vivir una fe que, sin traicionar su esencia, tenga relevancia histórica. La teología de la liberación quiere ser, justamente, reflexión 21. L. B off , Desde el lugar del pobre, 91-92. 22. I. ELLACURIA, o . c ., 8.
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