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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS.. 13 Minerva, teniendo el escudo de las armas de España con la mano dere­ cha, y la lanza apoyada sobre el escudo. Este ha de estribar sobre un libro grande que le sirva de base, en cuyo lomo se lea: LINGUAR. STUD. Sobre el mismo, y a los lados del escudo, han de colocarse, en varia postura, algunos libros, en cuyos lomos deberán leerse estos rótulos: POESIS = RHETOR. = PHILOSOPH = IUS NAT. = DISC. ECCL. Y, además, ha de colocarse con ellos un globo, una esfera armilar, un compás, y una escuadra. Por orla del escudo, el letrero: ARCHIGYMNASIUM MATRITENSE A CAROLO III RESTITUT.»4. Vieja y nueva filosofía en los Reales Estudios Para valorar el alcance de esa restauración en lo que atañe a la enseñanza de la filosofía, conviene comparar lo que sobre ella establecía el plan de Felipe IV (1625) con lo mandado por el nuevo estatuto de Carlos III (1770). Ese parangón puede revelarnos si hubo, en realidad, avance o retroceso. Plan de Felipe IV (1623) Un maestro de súmulas y lógica para leer estas facultades. Otro de filosofía natural para leer la Physica, los dos libros De generatione et corruptione, los tres De coelo y el cuarto De meteoris. Otro de metafísica, para leer los tres libros De anima, la Metaphysica y De anima separada. Otro de matemáticas, que leerá, por la mañana, la esfera, astrología, astro­ nomía, astrolabio, perspectiva y pro­ nósticos. 4. AGSGJ, lee. 972. Afirmando la compatilidad entre saber y creer, entre las Luces y la fe cristiana, Villafañe tenía conciencia directa del posible desarrollo de una Ilustra­ ción de estilo diverso al de los enciclopedistas. Tal afirmación no es, por tanto, simple reflexión de historiadores de hoy. M. Batllori comentaba con acierto el avance actual en la justipreciación del hecho: «Con referencia a toda Europa, se puede hablar de una corriente “éclairée” dentro del cristianismo y aún dentro del catolicismo; y que, si Plan de Carlos III (1770) Un maestro que enseñe la lógica, se­ gún las luces que le han dado los mo­ dernos, y sin disputas escolásticas. Otro que enseñe la física experimen­ tal, a cuya enseñanza nadie podrá entrar sin que primero haya sido examinado de lógica, aritmética y geometría. Otro que enseñe en dos años y por algún compendio las matemáticas.

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