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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS. 19 b) Nava aducía, en pro de sus tesis y en prueba de la imparcialidad del Consejo, el trato dispensado por éste a los candidatos concursantes de Andalucía, es decir, de universidades pertenecientes a la Corona de Castilla. Ellos habían logrado el mayor número de cátedras en San Isidro, como lo demuestra la estadística anterior. «No en todas las uni­ versidades de Castilla han sido extrañas las novedades modernas, pues en las de Andalucía se han presentado profesores con no menor luci­ miento y mérito que los de la Corona de Aragón, y han sido atendidos en estas provisiones en bastante número». También esta observación estaba bien fundada, y deja traslucir que la queja proviniera de las tres universidades centrales, las más conserva­ doras del país y de más difícil transformación, como se hacía notorio en aquellos mismos años. c) ¿Qué decir de los opositores castellanos? Nava replicaba que no habían sido rechazados «los que o por casual antecedente aplicación al moderno gusto, o por felicidad de ingenio» se habían distinguido en el concurso, precisando que, en general, habían adolecido de «un estudio extemporáneo y débil», forzados por las circunstancias, e improvisado, en fuerte contraste con la familiaridad que los bético-levantinos habían demostrado con la filosofía, «según las luces que la han dado los mo­ dernos». d) Por último, ¿no predominaban entre los examinadores, ministros comisionados y miembros del Consejo, los de extracción castellana?8. A comienzos del curso de 1772 Villafañe solicitaba del conde de Aranda que los estudios filosóficos de San Isidro fueran equiparados a los que se cursaban en las universidades. En su segunda singladura contaba el centro con lo que su director llamaba «un curso completo de filosofía» moderna, o mejor, un cuerpo docente de la misma, inte­ grado por D. José Ibáñez Falomir, catedrático de lógica y ontología, «o primera parte de la metafísica, cuyas principales materias son pertenecientes a la lógica». Era natural de Nules (Castellón). Texto: ¿Heinecio? D. Francisco Meseguer y Arrufat, que explicaría «lo restante de la metafísica», y la filosofía moral. El texto de ésta, el de «Heinecio». D. Antonio Fernández Solano, catedrático de física general, y prope­ déutica de la experimental. Texto: Musschenbroek. 8 . Ibid.