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EL CONCEPTO DE SABER EN LA PRIMERA. 521 Con ello va a determinar su propia posición con respecto al saber filosófico, por medio de una delimitación sistemática frente al prin­ cipio que dichas posiciones comparten y que en lo que sigue se ha de mostrar unilateral. Como «filosofías de la reflexión», expresan el estado de escisión de la formación (Bildung) de la época (cf. Diff. 12ss), que ha producido la institucionalización de oposiciones tales como es­ píritu-materia, yo-naturaleza, razón-sensibilidad, etc., todas las cuales se reconocen como oposición sujeto-objeto. Consiguientemente, por «Reflexionsphilosophie» se entiende toda posición filosófica que se queda en la oposición reflexiva entre sujeto y objeto, y cuya actividad ulterior no logra remontar esta oposición, antes bien, fija y consolida la separación como tal, llegando a hipostasiar uno de los extremos a costa del otro. La facultad de la reflexión fue limitada desde Kant al entendimiento, cuyo proceder viene impulsado por la exigencia de unificar lo dividido3. Sin embargo, la reflexión es, en este nivel, la capacidad de establecer determinaciones finitas y de conocer algo me­ diante tales determinaciones, que tienen ellas mismas un sentido limi­ tado y opuesto a otras determinaciones, el cual permanece fijo. Por ello, Hegel estima que esta exigencia de unificación siempre presu­ puesta no pasa de ser una orientación o una tendencia (GuW, 321), ya que sobre la base de un sentido declaradamente crítico el entendi­ miento reflexionante no supera la oposición de cada posición. En cam­ bio, potencia o sobrevalora el lado del sujeto y de esta manera se hace expresable el principio de la subjetividad en el acto de conocimiento. Kant, Jacobi y Fichte han llevado a cabo una fundamentación y expo­ sición diferente de este principio, que a partir de la oposición refle­ xiva entre el saber y su objeto se asienta en el polo subjetivo de la misma. Por lo cual, cada uno de ellos constituye una configuración histórica de «la filosofía de la reflexión de la subjetividad». La crítica de Hegel se desarrolla desde el punto de vista de «la verdadera filosofía», cuyo criterio de validación es la realización de la identidad absoluta, la unidad de sujeto y objeto en la que cada uno de ellos cobra consistencia en términos de conocimiento especula­ tivo, el sujeto como sujeto-objeto subjetivo y el objeto como sujeto- objeto objetivo (cf. Diff. 63-65). Con la distinción y determinación respectiva de «filosofía de la reflexión» y de «verdadera filosofía» 3. Para Kant, el proceder discursivo del entendimiento se basa en la unidad del acto consistente en reconducir diversas representaciones bajo una sola común, y esto consti­ tuye un límite de su operatividad intelectual. Cf. KrV, por ejemplo, B 93.

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