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EL CONCEPTO DE SABER EN LA PRIMERA. 545 —la posición de la esencia particular de los «modos», haciendo abstrac­ ción de la sustancia— y de la transformación de esta nada en algo positivo. En resumen, cada ser puesto por la reflexión es determinado y en parte negado porque, tomado para sí, se opone a lo que en sí no es algo negado, sino afirmado sin más, y de esta manera cada término es asumido bajo la forma de su opuesto. Esta negación o esta nada, dotada de realidad por la imaginación, se pierde en una infinitud empírica. Así ocurre con la serie de las cosas singulares y consecutivas que son el objeto del saber inmediato de Jacobi, cuya particularidad y dura­ ción son producto de una abstracción hecha sobre la sustancia, la sub­ sistencia absoluta. El «eterno dilema de la reflexión», el paso de lo terno a lo temporal (GuW, 358), aparece aquí en el aspecto temporal. La cosa singular y el tiempo, que son sólo en cuanto separadas de la totalidad, se mantienen como en sí en la totalidad y en la infinitud al haber desdoblado el principio de fundamento. Pero la abstracción del tiempo resulta de haber aislado el pensar del contenido y haberlo pues­ to en relación con la singularidad del ser. El concepto de saber de Jacobi sería, según esto, un conocer según la imaginación que progresa por el análisis de los hechos de conciencia y en el que caben el meca­ nismo, la relación causal, el tiempo. También en la discusión crítica del concepto de finalidad en la Crítica del juicio se había referido Hegel a Spinoza. Kant ha entendido la unidad spinoziana desde su unidad del entendimiento y a partir de la distinción entre razón teórica y razón práctica, y no según la noción de un entendimiento intuitivo, desde la cual son una misma cosa posibilidad y realidad, mecanismo y finalidad. Como se ve, Spinoza se encuentra a los ojos de Hegel muy por en­ cima de la «Reflexionsphilosophie» y el desarrollo de la crítica articula bajo una misma perspectiva las posiciones de Kant y Jacobi, con vistas a superar las limitaciones inherentes a las mismas. La posición de Kant y la oposición de Jacobi presuponen el principio de la subjetivi­ dad sobre la base de una reflexión explícita o implícita. En Kant es la conciencia en general, como forma de unidad idéntica consigo misma frente a una diversidad de contenidos de conciencia. En Jacobi es un autosentimiento que deviene consciente de su individualidad en la consideración de la realidad de las cosas corpóreas, temporales. A este principio de la subjetivilad finita, ya sea «yo pienso» o «yo siento», oponen ambos una esfera de objetividad absoluta, a la cual se refiere el sujeto en los actos de conocimiento o de sentimiento, ya mediata,

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