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EL CONCEPTO DE SABER EN LA PRIMERA. 539 3. Crítica del saber inmediato Como nota diferenciadora de Jacobi en relación con Kant, tenemos por de pronto la radicalización de lo subjetivo en la forma de la indi­ vidualidad más estricta. Esto supone que el formalismo y la finitud del saber adquieren ahora un significado distinto y mucho más pro­ blemático que en el idealismo crítico, de cara a una progresiva clari­ ficación de la idea que ha sido propuesta por Hegel como contenido primordial del saber filosófico. En efecto, Jacobi se opone a la abs­ tracción del entendimiento, en un intento de proporcionar a la filoso­ fía un «órgano» de conocimiento que suprima toda mediación entre el saber y su objeto. Pero ello no significa una comprensión más ade­ cuada de lo racional, por cuanto se niega la objetividad de la razón en el saber, concibiendo a la individualidad subjetiva bajo la forma de un sentimiento originario. En tal sentimiento radica la posibilita- ción del saber, toda vez que su operatividad consiste en la confirma­ ción de una realidad finita absolutamente presupuesta: el ser-absoluto de la subjetividad y de la diversidad empírica, entendidos como «cosa sentiente» y «cosa sentida» y vinculados por una relación de comu­ nidad recíproca (cf. GuW, 349s). Consiguientemente, Jacobi rechaza el carácter fenoménico-trascen­ dental de los objetos, considerándolos como lo en-sí, con la intención de poner en primer plano la cosa-en-sí kantiana. Para Hegel esto sig­ nifica una absolutización de lo finito y del conocimiento que se tiene de ello. Según esto, no hay en Jacobi una construcción orientada a la aniquilación de lo finito, que permita el paso al aspecto positivo de la actividad de la razón, esto es, al conocer infinito. Tampoco se da, como en Kant, la restricción de la validez de las determinaciones inte­ lectivas a los fenómenos, ya que los conceptos de los que Jacobi se sirve para llevar a cabo la deducción de los seres singulares — exten­ sión, causa y efecto, sucesión— tienen en éstos su objeto independiente del concepto (cf. Werke II, 214ss). De ello resulta que la característica fundamental de esta filosofía es la resistencia a la negación de lo finito, en los momentos objetivo y subjetivo del conocimiento. «El horror a la aniquilación de lo finito es fijado en la misma medida que la corre­ lativa certeza absoluta de lo finito» (GuW, 351). Por lo tanto, para fundamentar la certeza absoluta de lo finito es necesario conservar la finitud y convertirla en principio, e inversamente, la posición abso­ luta de una diversidad empírica está motivada por lo que Hegel cali-