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EL CONCEPTO DE SABER EN LA PRIMERA. 531 no se presenta en el juicio, sino en el silogismo» (GuW, 328). Según esto, el término medio tiene que ser él mismo la unidad originaria de lo particular y de lo universal, del ser y del pensamiento, en cuya unidad se cumple la superación de la oposición reflejada en el juicio. En este sentido, puede ser considerado como la plenificación de la relación carente de contenido cognitivo {das Nichterkanntsein) de la cópula. El concepto o término medio, como expresión conceptual de la cópula, pertenece así al significado especulativo de los silogismos (cf. Ros. 191). Esto anticipa la orientación posterior de la lógica de Hegel y en concreto el problema de la superación dialéctica de la forma proposicional en la proposición especulativa, que ya se anuncia en la Fenomenología del Espíritu 10. Como es patente, Hegel se esfuerza en reconducir la construcción kantiana a una dimensión especulativa, poniendo el acento en la génesis de la unidad originaria de la razón e interpretando las distintas formas del conocer como manifestaciones de una única actividad sintética. Su hilo conductor es la identidad absoluta, como identidad de sujeto y objeto 11. En este sentido hay que interpretar la estructura bilateral de la unidad sintética, «de donde se separan el yo como sujeto pensante y lo diverso como cuerpo y como mundo» (GuW, 328), mediante el juicio del entendimiento. Este yo pensante es el yo vacío que acompaña a todas las representaciones, del cual Hegel distingue la unidad originaria sintética de la apercep­ ción (cf. GuW, 329), que es principio tanto de las formas conceptua­ les como del contenido de la intuición. Por ello, la unidad sintética de la apercepción se reconoce como «principio de la síntesis figurada» (GuW, 327), y bajo este aspecto es la unidad de la imaginación trascen­ dental. Según Hegel, no es posible concebir la imaginación como un intermediario intercalado posteriormente entre un sujeto y un mundo dotados de existencia absoluta, sino que se trata de la misma unidad originaria, que por una parte deviene sujeto y por otra, objeto; se trata, en definitiva, de la razón «tal como se manifiesta en la esfera de la conciencia empírica» (GuW, 329) o en la diferencia. La media­ ción entre intuición y categoría es, pues, la razón misma. Esto signi- 10. Sobre este tema, cf. L . L ugarini , Hegel dal mondo storico alia filosofía, Roma 1973, 205ss. 11. En esta línea de interpretación se encuentran R. K ro n er, Vont Kant bis Hegel, Tübingen 1924, I 62ss, 116ss; H. M a rc u se , o . c ., 35s; N. M erk er, Le origini della lógica hegeliana, en Hegel a Jena, Milano 1961, 218ss. y K. D ü sin g , Das Problem..., 116ss. En cambio, Gorland entiende que Hegel está asumiendo el yo absoluto de Fichte (cf. o. c., 19ss).

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