PS_NyG_1986v033n003p0411_0518

494 MANUEL GONZALEZ GARCIA análisis de las mutaciones históricas, propósito de la segunda obra231. Por eso, se relacionan y completan ambos escritos 332. Conectando con las ideas y soluciones de Psicología de las Situacio­ nes Vitales, las preguntas que están en el origen de La idea del hombre serían éstas: «¿Cómo se explica que varíen las condiciones históricas situacio- nales? Un hombre individual se encuentra ya existiendo en una de­ terminada situación, la cual influye sin duda en su modo de existen­ cia, sin que él haya podido intervenir para nada en la formación de sus caracteres peculiares. Sin embargo, estos caracteres son obra hu­ mana también; entonces, ¿cómo se explica que puedan evolucionar, si no varía su propio autor?... Si nos atenemos nada más a la in­ fluencia que recibimos, ¿cómo podremos aclarar que esta influencia sea realmente histórica, o sea que evolucionen los factores que la constituyen? Si estos factores son obra nuestra, ¿cómo se explica que cambien, si no cambia en su ser m ism o el autor que los produ­ ce?» 233. La respuesta de La idea del hombre, tanto en su primera edición como en la reedición, es que el hombre es ser histórico, resaltando más la palabra ser que el adjetivo histórico1*. Se trata, pues, de una explicación filosófica de la condición humana, que la enlaza con las doctrinas historicistas para superarlas. Por eso, la primera pregunta a la que se responde es en qué consiste el «tiempo humano». Por los caminos de la temporalidad se llega a una noción del hombre como unidad compuesta de acto y potencia, términos filo­ sóficos tradicionales que E. Nicol renueva en su contenido, definiendo como acto la vida biológica y las potencias espirituales actualizadas, y como potencia la vida espiritual. Potencia y acto aparecen en el exa­ men de las tensiones interiores del hombre como «ser» y «poder ser». La vida, entonces, sería la actualización de las potencias del ser y la historia sería el reflejo de las actualizaciones realizadas por el hombre, enmarcadas por las términos de la acción (la naturaleza, lo divino y lo humano) y promovida por los factores de la acción (necesidad, libertad 231. ih 16. 232. Escribe E. Nicol en IH: «El libro viene a ser exactamente el complemento, en forma doctrinal e histórica, del bosquejo de la antropología filosófica que tiene mi Psicología de las Situaciones Vitales » (p. 10). 233. Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega, en Diánoia 1955, 139. 234. Cf. HE 18-21; CRS 104; ME 10; Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega , en Diánoia 1955, 139-140.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz