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EL HOMBRE Y LA HISTORIA DE EDUARDO NICOL 493 A la hora de finalizar esta exposición hay que recordar que la com­ prensión del hombre, que es la meta que se propuso E. Nicol en su obra, sólo es posible mediante: 1) Una teoría de las situaciones vitales; 2) Una teoría de la expresión 229. La «teoría de las situaciones vitales» ya no volverá a ser tratada a nivel psicológico en ninguna otra obra. Aunque será completada con las teorías ontológicas de La idea del hombre. Por su parte, la «teoría de la expresión» será objeto de exposición sistemática en Metafísica de la expresión. 2. La idea del hombre El segundo momento de la antropología de E. Nicol se halla en La idea del hombre, obra del año 1946, iniciada ya en 1928 23°. La conexión entre Psicología de las Situaciones Vitales y La idea del hombre está en que el método situacional,propio de la primera de estas obras, estudia al hombre en su actualidad,quedandopendiente el d) El estado\ «es la situación, y la actitud que en ella tomamos, después de la expe­ riencia, y como consecuencia de ella» (PSV 161-162). Otras anotaciones sobre el lenguaje, en Filosofía de Cámara (VH 83-89). 229. PSV 150. 230. Esta obra tiene una segunda edición del año 1977. Tanto en una edición como en otra, el problema que se plantea es el mismo: estudiar cómo «las formas históricas del ser del hombre, las grandes etapas de sus cambios reales, son modos diferentes de integración en la comunidad. Esta integración, que como tal es un hecho permanente —el hombre no está solo nunca— , varía en cualidades, en direcciones, dijéramos también en intensidades» (HE 20). Se trata, pues, de un análisis del fundamento ontològico de la historia. Materialmente, las obras tienen la misma composición: una introducción en la que se expone la teoría y luego un repaso del ser histórico del hombre en el mundo griego. El contenido concreto de las dos obras se diferencia bastante, aunque también hay que reconocer que se complementan. La edición de 1946 tiene una exposición más sencilla de la doctrina; en la de 1977, la introducción tiene una terminología más complicada, fruto de otras obras publicadas en el espacio comprendido entre la aparición de las dos ediciones. También es cierto que algunos temas solamente insinuados en la edición de 1946 se desarrollan más ampliamente en la de 1977, como el tema de los factores de la acción. Sobre estas obras y su conexión escribió E. Nicol así: «A pesar de al renova­ ción, quien pueda cotejar las dos versiones reconocerá desde luego en la segunda el mismo esquema de teoría, que el tiempo no obligó a modificar, y el orden de los hechos en que esa teoría se apoya, y que es inalterable. Pero, en la primera versión, los conceptos filosóficos permanecían muy adheridos a los datos históricos, y tal vez por esta trabazón tan ceñida pudo considerarse que la obra era básicamente una investigación monográfica sobre la idea del hombre en Grecia. Al extenderse el campo de la investigación, quedan mejor definidos el plano filosófico y el historiográfico, y la prominencia del primero ya no podrá pasar inadvertida» (ih 7). Otras advertencias sobre La idea del hombre en HE 18-22; ME 10-11; Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega, en Dianoia 1955, 138-140; CRS 110-116.

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