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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 471 presente. Ellos tienen, por tanto, una actualidad plena. Es más: son las condiciones y la base de nuestra actualidad vital. La distinción en­ tre los dos no es primaria, sino derivada, aun cuando de hecho la asi­ milación de los conceptos de espacio y tiempo como independientes y como significativos de medios homogéneos (o sea, la conversión de datos cualitativos a conceptos cuantitativos vitalizados) motiva que aquella distinción tome el carácter de algo inmediato en la experiencia habitual» 147. Por todo ello al hablar de lo dado en la experiencia a la conciencia (que psicológicamente es siempre concreta y nunca general), hay que distinguir: 1) Los datos primarios e inmediatos (aquí y ahora cualitativos); 2) Los datos derivados y adventicios (aquí y ahora cuantitativos); 3) Los datos que, en una experiencia efectiva (duda, alegría, de­ seo, etc.), son inmediatos, pero de segundo orden en relación a la conciencia espontánea. En estas situaciones cambiamos nuestro modo de ser, nuestra conciencia de algo y de alguien, ya que nos distancia­ mos de la realidad (más allá de la primera etapa de convivencia no problemática con la realidad), aunque sin desvincularnos de ella. En este momento, E. Nicol pasa a exponer una doctrina antro­ pológica que es consecuencia del análisis psicológico que ha efectuado. El hombre se presenta en la experiencia inmediata como un ser unitario con determinaciones temporales y espaciales. La manifestación de este ser unitario, que es el hombre, se da en la acción. Esta presenta las siguientes características: a) Nunca es solitaria, porque la acción requiere algo sobre lo que poder ejercerse y también algo en qué inspirarse: la realidad. b) Es discontinua. No hay acción continua sino acciones que se siguen entre sí, unidas por el recuerdo. La acción se desarrolla y se extingue. Su discontinuidad nace de que «de la cima de esa acción la vida desciende fácilmente, inevitablemente, a las zonas bajas de la acción primaria, habitual e instintiva» 14S. c) Es temporal: «porque, como todo proceso, tiene una dura­ ción» 149. 147. PSV 59. 148. PSV 62. 149. Ibid.

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