PS_NyG_1986v033n003p0411_0518

468 MANUEL GONZALEZ GARCIA De esta experiencia primaria derivaría la noción de espacio homo­ géneo, cuantitativo. Es éste un punto importante, porque corrige justamente la teoría bergsoniana: no se tiene en primer lugar intuición o concepción de un medio vacío homogéneo como principio para verter en diferencias de situación lo que son diferencias de cualidad, sino que en la hetero­ geneidad cualitativa hay una connotación espacial cualitativa. En la percepción primaria e inmediata se dan determinaciones espaciales pri­ marias 141. De modo parecido —estamos describiendo lo inmediato y lo da­ do— , en nuestra experiencia de duración respecto de los fenómenos psíquicos, hay un orden temporal cualitativo, de determinaciones pri­ marias cualitativas, que vedan la confusión: el antes y el después. Son momentos de tiempo vivido, diferentes por la cualidad de la ex­ periencia que los definen y distinguen cualitativamente. Y estas deter­ minaciones cualitativas son previas a la idea del tiempo como conti­ nuidad homogénea y reversible 142. En la explicación de Bergson, la idea de espacio es la primitiva y la de tiempo (símbolo de la duración pura), es derivada de la pri­ mera. Esta dependencia y derivación se funda en la concepción homo­ génea del tiempo y del espacio. Sin embargo, el análisis psicológico muestra que nuestra experiencia temporal es primaria y no derivada di tiempo concebido como medio homogéneo. Recurriendo a un ejem­ plo, E. Nicol habla de la posible experiencia que podemos tener cuan- 141. En este punto, E. Nicol recuerda la Gestaltpsychologie para indicar que perci­ bimos un objeto inmediatamente y, tras la percepción de su forma, atendemos a sus cualidades sensibles. Así, «recordamos la estructura o expresión de una cara y olvidamos o no nos fijamos, o sea, no percibimos, sus detalles de color, etc. Ahora bien: la percep­ ción primaria e inmediata de estos elementos formales nos revela que hay en la percep­ ción misma, y previas a la conceptuación del espacio como magnitud, unas determinacio­ nes espaciales, primarias también, a las que podríamos llamar magnitudes cualitativas» (PSV 51). 142. Con anterioridad a la exposición más amplia que hace de estos temas en PSV, había escrito en VH 110: «1.°, la temporalidad es un dato primario de toda experiencia psicológica. No sólo hay experiencia temporal cualitativa en la experiencia de la duración pura. 2.°, la temporalidad, como integrante fundamental de toda experiencia, no excluye la referencia al antes y al después; no es necesariamente indeterminada, sino que con­ tiene primariamente en sí, determinaciones cualitativas que no implican la concepción del tiempo (como un medio homogéneo y cualitativo), ni, por consiguiente, la conversión del tiempo en espacio. 3.°, la temporalidad, como determinación cualitativa de la experiencia no es derivada del espacio ni anterior a él, sino implicada recíprocamente en la espacia- lidad, la cual es asimismo un dato fundamental y primario de la experiencia, previo al concepto de espacio homogéneo». Cf. además CRS 94-98.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz