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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 463 La necesidad de detenernos en la exposición y crítica de la reivin­ dicación del tiempo que hace Bergson 126, es manifiesta cuando leemos estas palabras escritas por E. Nicol: «El antecedente de Bergson era de una actualidad irrevocable. Su filosofía es una metafísica del tiempo y del espacio. Resalta en ella la concepción cualitativa del tiempo humano; el cual se distingue del tiempo espacializado que emplea la ciencia natural. Esta idea de un tiempo vivido, irreductible a cuantificación, era tan certera, y tan fun­ damental para la psicología, que con su examen comenzó precisamente la teoría de las situaciones» 127. La idea capital de Bergson analizada en Psicología de las Situaciones Vitales es ésta: «La distinción entre la duración pura, como "forma que toma la sucesión de los estados de conciencia cuando el yo se abstiene de es­ tablecer una separación entre el estado presente y los estados ante­ riores", y el tiempo homogéneo como un símbolo espacializado de aquella duración pura, como una cuarta dimensión del espacio» Y el propósito perseguido por E. Nicol fue: «Una descripción de los datos del conocimiento psicológico, to­ mando como base la experiencia en general, y descubrimos que, co­ mo tales datos, son también inmediatos, pero no coinciden con los descubiertos por Bergson» 129. Vengamos a la exposición de Bergson. Hay dos modos de percibir el tiempo: a) Como duración pura. b) Como duración fraccionada, contando y numerando. 126. Bergson supuso un enriquecimiento respecto de Kant en el tema del tiempo. Para Kant el conocimiento se basa en la intuición sensible y ésta preforma todo conoci­ miento a través de las formas o condiciones a priori del espacio y del tiempo, dos medios homogéneos, vacíos, ilimitados e indiferentes. «Lo que Bergson afirma, frente a Kant, es que el espacio y el tiempo no son «dos representaciones necesarias de magnitudes infini­ tas dadas», sino que son dos conceptos producidos por un esfuerzo de la inteligencia. Y que lo dado inmediatamente en la conciencia es la percepción de lo extenso como algo cualitativo y la percepción de la duración como algo asimismo cualitativo» (VH 108). Cf. también 106-107, 111. Pero, a pesar de la reivindicación que Bergson hace del tiempo, mantiene en su filo­ sofía un dualismo en la realidad (materia-espíritu, cuerpo-alma, espacio-pensamiento) y en el campo epistemológico (razón-intuición) (Cf. HE 263-264; CRS 99; VH 114-115). 127. CRS 94. 128. PSV 44. 129. Ibid.

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