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462 MANUEL GONZALEZ GARCIA 3) La individualidad personal, la mismidad, se explica tanto por la presencia del pasado como por la novedad, en el presente, de lo que no se ha vivido antes. E. Nicol insiste, sobre todo, en este último punto. El pasado es necesario para explicar a realidad presente, de tal manera que sin él no podríamos descubrir el yo sujeto de una nueva experiencia en el presente, porque, de otra manera, el sujeto no cambiaría: permanecería idéntico consigo mismo. El conocimiento psicológico nos revela la re­ novación del yo en cada experiencia. Con ello llegamos a un punto que traerá consigo importantes con­ secuencias para la explicación filosófica del hombre: el sujeto, el yo, es el mismo, pero no idéntico. En la experiencia, el yo advierte que se da un antes (el pasado) y un ahora (la novedad del presente) y am­ bos términos posibilitan el porvenir. Por todo ello, el yo es temporal124. b) Diálogo con Bergson: las determinaciones cualitativas espaciales y temporales Llegado a este punto, E. Nicol lleva a cabo un largo diálogo con Bergson, en el que, al lado de la crítica a la concepción bergsoniana de la temporalidad, se concretan algunos rasgos capitales en la estruc­ tura del yo. J. C. Torchia Estrada resume de esta manera la exposición que va­ mos a detallar: «Para Nicol la vida humana es acción y sus coordenadas fundamentales son la espacialidad y la temporalidad, que en la experien­ cia inmediata revisten las formas concretas del aquí y el ahora. El ahora es mi momento presente y en cada momento presente estoy en un determinado aquí. El carácter cualitativo de ambos términos reside en que siempre me acompañan, en que mi aquí y mi ahora van siem­ pre conmigo» 125. 124. PSV 42-44. En estas páginas se hallan repetidas frases que insisten en la tem­ poralidad del yo: «La temporalidad no compromete la individualidad personal, la mis­ midad del yo, sino que justamente la explica»; «Porque de hecho no hay vivencia de la identidad; hay vivencia de la temporalidad»; «El yo es temporal y no idéntico. Ser el mismo no es igual que ser idéntico»; «Un yo idéntico no puede ser sujeto de estas experiencias, ni descubierto en ellas. La que podemos llamar la mismidad del yo, en cam­ bio sólo la descubre el yo en la experiencia, como novedad, y en referencia a experien­ cias pasadas, lo cual implica su temporalidad». 125. Eduardo Nicol y la idea del hombre, en Cursos y conferencias, Buenos Aires 1953, 366.

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