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454 MANUEL GONZALEZ GARCIA El se propuso como meta concreta estudiar «todo lo que pueda decirse sobre la experiencia que el hombre hace de su propia vida» 101. Y este amplísimo campo es, para él, «psicología», considerando un problema secundario situar o clasificar tal saber entre las ciencias humanas o del espíritu. Su psicología quiere ser continuidad de lo que tradicionalmente se ha llamado «saber del hombre», problema perma­ nente en la historia del pensamiento occidental. Tal «saber del hom­ bre» ha tenido variaciones en su nombre como ciencia (antropología, psicología) o en el contenido específico (psicología metafísica, psicolo­ gía científica). Ultimamente se denominaría «antropología filosófica» 102. E. Nicol muestra su inicial desacuerdo con las antropologías filo­ sóficas modernas que se han limitado al empleo de métodos filosóficos (como el fenomenológico) para tratar o iluminar problemas psicológi­ cos. Su meta es distinta, porque «el propósito de una antropología filosófica es el de plantear y resolver el problema de la idea del hom­ bre. Es decir, el problema de lo que es el hombre y de lo que su vida es» 103. Insiste en la necesidad de un fundamento doctrinal antropológico, de una teoría antropológica, para que la psicología no quede reducida al campo psicológico científico, experimental y cuantitativo 104. En cuan­ to está convencido de haber unido ambos elementos (análisis y teoría antropológica), cree haber llevado a cabo una obra nueva 105. E. Nicol no duda en distanciarse, desde el primer momento de las psicologías científicas tanto por el objeto como por el método que pro­ pone en su nueva psicología situacional. La psicología, en los dos últimos siglos, comienza por emplear la experimentación y la observación como métodos específicos propios para estudiar los fenómenos psíquicos. logia sería una «filosofía» por cuanto «la comprensión de un hombre se funda en la comprensión de lo humano» (VH 192). Cf. también PSV 116. 101. PSV 28. 102. VH 197. 103. VH 195. 104. VH 196-197; CRS 77. 105. Así escribe en VH: «Podemos afirmar que una psicología que adopte como misión propia el análisis, la descripción y la comprensión del modo como el hombre vive su vida, es algo que hasta nuestros días apenas se había siquiera intentado. Pues el intento no debe consistir solamente en adelantar análisis concretos de la índole indicada, sino en iniciar éstos sobre la base de una estructura articulada y rigurosa de conceptos que encuadren el campo de aquella vida humana que hay que comprender y, por ende, el campo mismo de la psicología» (p. 183).

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