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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 439 Si E. Nicol retorna a estas primeras afirmaciones filosóficas, es porque descubre en ellas el intento de explicar la misma intuición filo sófica que él propugna: la explicación del Ser como devenir. Dialéctica y fenomenología presentan, en los filósofos presocráticos, un carácter concreto que no llegó a tener la filosofía de Hegel. Así se junta en la filosofía de E. Nicol un doble movimiento de retorno a los orígenes, sean los filosóficos, sean los del conocimiento, valorando positivamente cuanto se ofrece en la intuición primaria. Con ello, quiere alcanzar una metafísica: 1) Que sea realmente ontología por tratar del Ser en la plenitud de su concreción, sin que sea necesario emprender un éxodo que con duzca más allá (metá) de lo físico. 2) Que sea concreta y positiva, sin desbordar la realidad espacial y temporal, pues el orden sensible y cambiante es el lugar propio de la metafísica. 3) Que sea dialéctica y fenomenológica, aceptando el carácter di námico, contradictorio y racional de los fenómenos, siendo estos los que circunscriben el objeto de la metafísica y definen el método que ha de emplearse47. Dado que E. Nicol cree que el Ser es dado positiva, inmediatamen te, juzga que no tiene sentido la pregunta por el Ser. Esta se ha for mulado de varias maneras: ¿qué es Ser?, ¿por qué hay Ser? Hay un texto de E. Nicol que, si bien comienza como dubitativa mente, en el fondo expresa la seguridad de que es imposible responder a la pregunta por el Ser, ya que no tiene razón de ser; es intrínseca necesidad. Por eso, nuestra razón debe, sin más, aceptarlo y partir del mismo: «Acaso sea imposible dar una respuesta a este pregunta que inte* rroga por el ser. Acaso exceda los límites de la filosofía. Puede pen sarse que la comprensión final del ser dependa de la comprensión de la nada; y si la nada es misterio, también lo es el ser. El ser y representa; pero éste es un orden que a su vez presupone la pluralidad y diversidad de lo real; y más aun, en el dato de esta pluralidad y diversidad se incluye el de la con tradicción. Esta contradicción no es formal: es el mundo real el que está lleno de con trarios... La contradicción representa la forma más depurada de la racionalidad, que es la armonía» (PC 501-502). Puede verse también la explicación que da E. Nicol del principio de la «unidad y comunidad de lo real» en PC 475-484. 47. Aunque en el texto también mencionamos las calificaciones de concreta y posi tiva, para E. Nicol las dos palabras claves de su nueva metafísica son «diléctica» y «feno menológica». Así lo reconoce en frases como esta: «Después de Hegel, y transcurrido el tiempo necesario, la misión de la filosofía consistía en reunir desde la base la feno menología y la dialéctica» (me 125). Cf. también me 96; ME 172.
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