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328 I. RODRIGUEZ tigua Itala, así como los Padres Latinos, al igual que la liturgia de rito latino, leyeron siempre in caelis 3. 2. Nos restringimos al evangelio de Mt, por contenerse aquí (6, 9- 13) la forma extensa de la oración dominical que utiliza la liturgia y el pueblo fiel. Ante todo, ouranós, «cielo», constatable desde Homero, en cone xión probable con una raíz indoeuropea que significa «humedecer, llover», quizá denota etimológicamente «humedecedor, fecundador»4. Ouranós se cuenta 83 veces en Mt, aunque para H. Bietenhard 82 veces solamente 5. 3. El texto griego comienza así: raíxep Yjjjubv ó év xou; oópavoig «Pater noster, qui es in caelis», «Padre nuestro, que(estás) en los cielos». De las 83 veces que aparece ouranós en Mt,56 veces está en plural, esto es, siempre que se refiere al cielo como morada de Dios 6. De éstas, 49 veces resuena en labios de Jesucristo, quien nunca emplea el singular, aludiendo al cielo como asiento de Dios. Se trata ciertamente de un plural mayestático, pues, aunque en el judaismo anterior a Jesucristo se admitían tres cielos, no hayreflejo de tal creencia en el Nuevo Testamento, si se exceptúa 2 Cor12, 2, cuando Pablo habla de su rapto al tercer cielo. Por 6 veces pronuncia Jesucristo el giro «vuestro Padre, que está en los cielos»: Mt 5, 16; 5, 45; 5, 48; 6, 1; 7, 11; 18, 14. Más notable es que, hablando de sí mismo, 7 veces escuchamos el giro, paralelo al del padrenuestro (Mt 6, 9): «Mi Padre, que está en los cielos»y ó év xot<; oupccvoic, también o év oupavoíc; que la Vulgata tra duce siempre, «qui in caelis est» o «qui est in cäelis»: Mt 7, 21; 10, 33; 12, 50; 16, 17; 18, 10; 18, 19. Por tanto, la versión «que estás 3. P. S abatier , Bibliorum Sacrorum Latinae Versiones Antiquae seu Vo tas Itala (Reims 1743, reimpresión en Turnhout 1981) III, p. 33, donde cita varios Padres Latinos. 4. H. F rish , Griechisches Etymologisches Wörterbuch (Heidelberg 1970), II, 446 s. J. B. H ofm ann , Etymologisches Wörterbuch des Griechischen (Mün chen 1971) 244, P. C h antraine , Dictionnaire Etymologique de la Langue Grec- que (Paris 1984), 838 s. 5. H. B ietenhard , Himmel, en C oenen , «Theologisches Begriffslexikon zum Neuen Testament» (Wuppertal 1972), II, 688. En el recuento hay que atenerse a las concordancias, que son definitivas, de K. A land , Vollständige Konkordanz zum Griechischen Neuen Testament (Berlin/New York 1983), 1053 ss. En las concordancias de K. Aland hay tres lecciones dudosas de ouranós, además de las 83 seguras: Mt 5, 48; 19, 24; 23, 9. 6. Alguna rara vez está en pl. ouranós, aun sin referirse a la morada de Dios expresamente.
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