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LA JUSTIFICACION INTELECTUAL DE DIOS 259 las cosas, sino una y la misma realidad, sólo que considerada ahora desde su índole fundante de la persona, desde su aspecto noérgico. Según Zubiri, esta realidad en cuanto fundamento posee tres ras­ gos propios que el hombre experimenta: — Es lo último : el apoyo último de las acciones del hombre. Zubiri trae a colación el caso del suicidio, en el que el suicida, quitándose la vida, no sólo trata de dejar tales o cuales cosas, sino la realidad misma; — Es lo que posibilita. Y esto en un doble sentido: en cuanto que es la posibilidad de las posibilidades y, por consiguiente, en cuanto que toda posibilidad es posibilidad de realización, de adoptar una u otra forma en la realidad; — Es lo que impele : el hombre no sólo se realiza, sino que tiene que realizarse, es empujado a ello por la realidad que se im­ pone. El modo como se lleve a cabo puede ser vario, pero lo constitutivo es este estar llevados a la realización. La realidad en cuanto fundante es última, posibilitante e impelente. Pero, ¿cómo fundamenta y lleva a la realización personal? Por apo- oeramiento. La realidad determina que yo sea persona, realidad rela­ tivamente absoluta, pero no como la causa de ello, sino empujándome a serlo, ejerciendo el poder de hacer que haga. La realidad, mirada desde la realización personal, es el poder de lo real. 2.1. La religación Este poder que me empuja a realizarme constituye la religación. El hombre, porque está atado o ligado a la realidad, es persona. Con frase expresiva, Zubiri dice que no vamos a la realidad, sino que veni­ mos de ella. Se trata, pues, de algo constitutivo. Sería un error pensar que se está hablando de la contingencia del ser humano; la religación no constriñe ni minimiza al hombre, al contrario, le constituye en la realidad y le hace posible la libertad y la indeterminación, lo que otorga al hombre un carácter absoluto, bien que relativamente. La religación es así un hecho perfectamente cons- tatable, total (porque afecta a toda mi persona) y radical (porque es lo que posibilita que yo sea persona). Zubiri analiza los caracteres de la religación, que a su parecer son tres: experiencial, manifestativo y enigmático. En la religación se está

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