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LA JUSTIFICACION INTELECTUAL DE DIOS 265 provisional. Provisional significa aquí que siempre está sometida a posibles cambios en su dirección; no se trata de que no sea verdad la dirección emprendida, sino de que «aún siendo verdad, es una ver­ dad que por su propia índole está llamada no a ser forzosamente dero­ gada, pero sí a ser superada» (IRA 6 3 )5. Pero, ¿cómo está actualizada esta realidad tras la cual marcha la razón? Ya ha quedado expresado, aunque no de un modo explícito. La realidad está ahora presente como realidad-fundamento. No es una realidad-objeto, con sus notas y propiedades, la que en un momento ulterior se actualiza cumpliendo la función de fundamentar, sino que la misma realidad se nos hace presente como realidad que consiste en estar fundamentando. El modo de actualizar esta realidad es en forma de «por», como sustrato por el que tal realidad campal es lo que es. En este sentido, la razón es una intelección fundamental, es intelección de fundamentos. Pues bien, inteligir lo real en su propio fondo, inteligir en razón, es propiamente conocer. Según Zubiri, el conocimiento se compone de tres momentos: objetualidad, método y verdad racional. En primer lugar, por la objetualidad se hace de lo real campal un objeto de la investigación racional, lo cual se logra proyectando lo campal sobre el fondo de «la» realidad. El objeto así establecido nos remite hacia su propio fondo o fundamento, pero no como un escollo que detiene la búsqueda, sino como un primer plano que nos lleva hacia algo más. Lo que Zubiri entiende por «objeto» nada tiene que ver con lo que por ello ha entendido la metafísica clásica. El objeto no es término de conocimiento, sino la modalización que es necesario hacer de lo campal para acceder a su fondo real. Por otra parte, el acceso a la realidad profunda no es posible sin un método, pero entendiendo por ello la vía que permite marchar «des­ de una actualización de lo real (la actualización campal) a otra actua­ lización suya, la actualización mundanal» (IRA 206). Esta vía se esta­ blece del siguiente modo: se parte de un sistema de referencia que 5. Para Zubiri, «todo inteligir pensante, por ser incoativo, abre un vía» (IRE 31) y entonces se impone «pesar» (pensar) adecuadamente no sólo aquello hacia lo que vamos, sino también de donde partimos, ya que una «leve oscilación inicial puede conducir a realidades y modos de realidad esencialmente diversos» (IRE 32). Esto es especialmente importante en la religación, pues la vía que se nos abre por ella puede conducimos a Dios o también a otras realidades que, aunque muy parecidas, son distintas de El. En definitiva, es la diferencia esencial entre un Dios real y un Dios que se puede demostrar casi con el rigor de una prueba matemática.

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