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La justificación intelectual de Dios en Xavier Zubiri El tema de Dios ha sido abordado por Zubiri en diversas etapas de su dilatada trayectoria intelectual. Ya comenzó a escribir sobre ello en sus años juveniles, cuando cursaba estudios en el colegio de los marianistas en San Sebastián, y, si bien a un ritmo lento, este tema estará presente a lo largo de su vida, bien en forma de breves artícu­ los, bien dedicando un número variable de lecciones en sus cursos orales. Sin embargo, a pesar de tan constante ocupación, Zubiri nunca escribió, en el rigor de los términos, un libro sobre Dios. Estaba trabajando en el primer volumen de una proyectada trilogía cuando le sorprendió la muerte. Fruto de ello es el libro postumo El hombre y Dios 1, el cual no ha sido dado a la luz tal y como Zubiri hubiera deseado. De las casi 400 páginas que lo componen, tan sólo una cuarta parte se encuentra definitivamente elaborada por el propio autor. Sin embargo, y aun dando por supuesto que de haber contado con más tiempo hubiera introducido algunas modificaciones, se puede y debe decir que el libro es completamente de Zubiri2. Dejando esto a un lado, nos interesa más constatar otro hecho que se hace patente a lo largo de este trayecto y que constituye su línea medular: Dios es un problema que se hace presente en la religación. Explicar esta frase es el objetivo que se propone Zubiri tanto en los cursos orales como en los trabajos escritos sobre el tema de Dios y, por supuesto, las explicaciones serán diversas, dependiendo del grado de madurez en que se encuentre su reflexión filosófica. Entonces, ¿qué 1. Las referencias a las obras de Zubiri se hacen en el texto conforme al siguiente sistema de siglas: Inteligencia y realidad, 3.a edición, Madrid 1984 = IRE; Inteligencia y logos, Madrid 1982 = IL; Inteligencia y razón, Madrid 1983 = IRA; El hombre y Dios, 1.a edición, Madrid 1984 = HD. 2. No me detengo en lo referente al modo de redacción y publicación del libro, ya que todo ello se encuentra perfectamente explicado en la «Pre­ sentación» de I. Ellacuría a El hombre y Dios, I-X. 3

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