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EL PECADO ORIGINAL EN SU HISTORIA 143 escritos confesionales de las diversas secciones de la Reforma; 5) por parte católica la doctrina queda «definida» en los textos del Tridentino. 1. El Po desde la Reforma hasta la Ilustración Fijadas las posturas en la segunda mitad del siglo XVI, las Con­ fesiones cristianas ofrecen pocas ideas originales durante el período siguiente, hasta mediados del siglo XV III en que crece la influencia de la Ilustración. El Po es defendido como dogma básico por todos los cristianos. No se discute acerca de sólida fundamentación bíblica y patrística de esta verdad; se mantiene la realidad histórica del estado paradisíaco como situación teológica privilegiada: estado de santidad y justicia original; también la historicidad de la caída originaria, del pecado adánico originante; el hecho dogmático básico de que todo hombre nace en pecado original originado por aquel pecado adánico. Si bien hay que subrayar las diferencias en la manera de explicar la índole del Po, sus consecuencias, su remedio. Dentro del catolicismo hubo mayor efervescensia de ideas con motivo de la intervención de teólogos como Bayo y Jansenio que postulaban un retorno al agustinis- mo puro en el tema del Po. Pero la fidelidad al concilio de Trento no permitía el retorno al estricto agustinismo vigente en la primera Edad Media. Tema de alto interés fue el suscitado al discutir la «na­ turalidad» o la «sobrenaturalidad-gratuidad» de los dones concedidos al Adán paradisíaco. Según que tales dones se digan «debidos» o «inde­ bidos» cambian de signo todas las afirmaciones sobre la caída, el Po, su naturaleza íntima, sus consecuencias, su remedio. Tema de máximo interés para las actuales discusiones, ya que, al profundizar en la razón última de la gratuidad de la gracia se verá que no ha de ponerse en la condición pecadora del hombre, sino en su condición creatural on- tológicamente incapaz del fin para que ha sido creado: la participación en la vida íntima de Dios. 2. El Po desde la Ilustración hasta el siglo XX Según escribe E. Cassirer «la idea del Po es el enemigo para com­ batir al cual confluyen las diversas tendencias de la filosofía 'ilustrada’. Hume se coloca al lado del deísmo inglés y Rouseau al lado de Vol- taire; y la unidad del fin perseguido por la Ilustración parece superar durante cierto tiempo todas divergencias respecto a los medios con-

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