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128 DOMINGO MONTERO 5. Lectura testimonial En Francisco anidaba la convicción de que la Palabra debía ser testimoniada. Era esta una urgencia que experimentaba personalmente: «...estoy obligado a servir y suministrar las odoríferas palabras de mi Señor... las palabras de nuestro Señor Jesucristo que es el Verbo del Padre» (2 Cta. F. 3). La relación, pues, con la Palabra no se agotaba en la contemplación ni en la dilucidación del proyecto vocacional-personal, estaba orientada a la transmisión. En esto Francisco responde más a la tipología del profeta que a la del místico (LM 12, 2). Su modo de vida «apostólica» es la. concreción de una peculiar lec­ tura bíblica. El estilo y el contenido de su actividad están dimensiona- dos por las proridades del evangelio (2 Re 1, 1). Ver a Francisco es encontrarse con una lectura peculiar y viva. Su autopresentación como «Heraldo» (1 C1 16), evoca al Kéryx neotestamentario. Su itinerancia en pobreza, la de la palabra apostólica. El contenido fundamental de su predicación: el anuncio de la conver­ sión de Dios al hombre (2 Cta. F. 4 ss.) y la urgencia de la conversión del hombre a Dios (2 Cta. F1 9; 1 Re 16, 17), ambos aspectos centra­ lizados en el misterio de Cristo (encarnación-pascua), y la insistencia sobre la responsabilidad ante la Palabra (1 Cta. F. 2, 22), el centro del kerigma... La proclamación es la finalización del proceso hermenéutico. Para Francisco la Palabra debe ser proclamada diáfana y vitalmente (1 Re 16; 17, 4; Adm 7), como debe ser leída. 6. Lectura eclesial Es ya un tópico hablar de la devoción de Francisco hacia la Iglesia, que sentía particularmente como «santa Madre». Casi ya superadas las interpretaciones que veían en Francisco al gran derrotado en el pulso carisma personal/institución eclesiástica (así P. Sabatier y otros), se está en condiciones, desde planteamientos más ecuánimes y objetivos, de precisar las líneas maestras de la espirituali­ dad eclesial de Francisco y su relación con la institución24. 24. Cf. H. F e ld e r, L os ideales de S. Francisco, Buenos Aires 1948; K. E s­ s er, Temas espirituales, Aránzazu 1980; Id., El testamento de San Francisco de Asís, Aránzazu 1981; I. V ázquez, San Francisco y la Iglesia, en Antonianum 57 (1982) 347-605.

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