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EL MAESTRO CRISTIANO A LA LUZ. 101 más allá de cualquier asignatura, y que debe ser presentada como rela­ cionada con todas las demás desde su propia peculiaridad. El profesor de Religión precisa un conocimiento suficiente del Mis­ terio de la salvación y una síntesis vital en sí mismo: «Los profesores de religión... actúan desde su competencia científica y académica, pero al mismo tiempo desde la fe y el testimonio» 193. Como profesor, tiene que conocer y dominar la materia, para lo cual «tendrán buen criterio de recoger en el campo de la investigación teo­ lógica lo que puede iluminar su propia reflexión y su enseñanza acu­ diendo... a las verdaderas fuentes, a la luz del Magisterio»194. De un modo especial, necesita una puesta al día en la Eclesiología del Vaticano II y en la Cristología. Como creyente, el profesor de Religión, precisa de una síntesis vital: en sí mismo, y, al mismo tiempo, como objetivo educativo para llevar al alumno a que él también haga su síntesis vital: «El ministerio de la Palabra debe ser consciente de la función que se le ha encomendado y que tiene por objeto suscitar una fe viva que convierte la mente a Dios, impulse a consentir su acción, lleve a un vivo conocimiento de las expresiones de la tradición, diga y manifies­ te el verdadero sentido del mundo y de la existencia humana» 195. El profesor de religión debe impartir su materia desde una actitud garantizada en cuanto a contenidos y métodos por la Iglesia, y desde un testimonio auténticamente cristiano: «El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testi­ monio, que a los que enseñan; o, si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio» 196. 193. La enseñanza religiosa escolar, en Documentos Colectivos del Epis­ copado Español sobre Formación Religiosa y Educación 1969-1980, Madrid 1981, 560, n. 43. 194. J uan P ablo II, Catechesi tradendae, 1.432, n. 61. 195. DGPC 16. 195. Juan Pablo II en Granada. Primer Encuentro Nacional de Educado­ res Cristianos, Madrid 1982, 76. 196. P ablo VI al Consilium de laicis, en Ecclesia 1.428 (1974) 994.

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