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42 LUDIVINA SASTRE ROMO una específica concepción del mundo, prepararse activamente en la construcción de una comunidad y, por medio de ella, en la construc­ ción de la sociedad»9. Hoy más que nunca, la Iglesia tiene que hacerse presente en la escuela con su acción pastoral a través de la tarea educativa del maes­ tro cristiano que, responsablemente se esforzará por conseguir la educa­ ción integral del educando. En la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, San Sebastián y Vitoria (27-noviembre-1977), está plasmada cómo debe ser Ja presencia de la Iglesia en la educación. La Iglesia se hace presente en el campo de la educación siempre que hay un creyente que realiza su misión educativa con un testimonio claro y explícito de su fe. Esta es una presencia básica eclesial anterior y distinta de la presencia insti­ tucional. Los cristianos que manifiestan la fuerza del Evangelio en el servicio que prestan al hombre a través de la acción educativa, hacen presente a la Iglesia en la escuela tanto estatal como no estatal. La importancia de la presencia de educadores cristianos en la es­ cuela estatal tiene una urgencia peculiar en aquellas disciplinas de corte más humanista como la filosofía, la historia, la lengua. El estudio y la presentación de estas materias por parte de los profesores lúcidos en su fe no sólo puede evitar interpretaciones parciales y fuertemente coloreadas por diversas posiciones ideológicas, sino que pueden ayudar a una integración más plena de las mismas en el proceso de madura­ ción de la fe de los alumnos. La Iglesia reflexionando sobre su misión salvífica, «considera la escuela católica como un ambiente privilegiado para la formación integral de sus hijos y un servicio de suma importancia para todos los hombres» 10. «Por medio de esta alternativa, la Iglesia trata de responder a las exigencias de cooperación que se manifiestan hoy en un mundo ca­ racterizado por el pluralismo cultural. Contribuye así a promover la libertad de enseñanza y, por consiguiente, a sostener y agarantizar la libertad de conciencia y el derecho de los pabres de familia a es­ coger la escuela que mejor responda a su propia concepción educa­ tiva» n . En resumen, la Iglesia a lo largo de los siglos ha participado seria­ mente en la educación humana y cristiana de los hombres. Deseosa 9. La Escuela Católica, 991, n. 13. 10. La Escuela Católica, 992, n. 16. 11. La Escuela Católica, 991, n. 14; Cfr. GE 8.

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