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S2 LUDIVINA SASTRE ROMO brillan por su ausencia en el entorno secular en que vive, y que pue­ de crear por ello mismo irrealidades en la vida» l60. A través de la transmisión de conocimientos y del testimonio per­ sonal, el educador cristiano «ayuda al educando a descubrir y asumir los valores humanos y transcendentes para llegar a ser un día un hombre realmente creati­ vo en favor de una sociedad enraizada en el "aquí y ahora" pero abier­ ta al "más allá"» I61. La finalidad de la educación auténtica es la del proporcionar a los alumnos una educación integral. Esta «incluye el desarrollo de todas las facultades humanas del educando, su preparación para el ejercicio de una profesión, la formación de su sentido ético y social, su apertura a la transcendencia y su edu­ cación religiosa» 162. Toda escuela y todo educador debe tender a «formar personalidades fuertes y responsables, capaces de hacer op­ ciones libres y justas» 163. Los distintos proyectos educativos existentes están guiados por unas determinadas concepciones del hombre. Dentro de esta pluralidad «la concepción cristiana de la educación en la que están comprome­ tidos los educadores católicos, se fundamenta en una antropología que asume todos los valores humanos, previo discernimiento, situán­ dolos dentro del espacio abierto por la encarnación del Verbo de Dios» 164. ¿Qué valores tiene que comunicar el educador católico a sus alum­ nos para educarlos integral y cristianamente? 160. El laico católico, testigo de la fe en la escuela, 1.833, n. 32. 161. Los maestros cristianos. Pastoral colectiva de los obispos de la pro­ vincia eclesiástica dé Granada, en Ecclesia 1983, 1.388. 162. El laico católico, testigo de la fe en la escuela , 1.830, n. 17. 163. La Escuela Católica, 993, n. 31. 164. El religioso educador, 17, n. 13.

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