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50 LUDIVINA SASTRE ROMO El elemento más importante que determina el deber y el derecho de los padres a educar a sus hijos en el amor: «El amor de los padres se transforma de fuente en alma y, por con­ siguiente, en norma, que inspira y guía toda la acción educativa con­ creta, enriqueciéndola con los valores de dulzura, constancia, bondad, servicio, desinterés, espíritu de sacrificio, que son el punto más fruto más precioso del a m o r»3 0 . La familia es, por tanto, la célula social más importante y necesaria en el proceso educativo: «De modo que regularmente la educación más eficaz y duradera es la que se recibe en la familia cristiana bien ordenada y disciplinada, tanto más eficaz cuanto más resplandezca en ella más claro y cons­ tante el buen ejemplo de los padres, sobre todo, y de los demás miem­ bros de la familia»31. El Concilio Vaticano II respecto a la importancia que tiene la familia en la educación afirma: «Este deber de la educación familiar es de tanta transcendencia que, cuando falta, difícilmente puede suplirse»32. Por esto, es necesario que las familias revisen con asiduidad y sin­ ceridad si realmente el ambiente educativo que reina en ellas ofrece a sus hijos los medios y circunstancias más adecuados que les conduz­ can a la autorrealización personal. Muchos padres, preocupados en exceso por distintos problemas, bien de tipo material, económico o profesional, olvidan con frecuencia su misión primaria como padres, despreocupándose prácticamente de la vida y problemas de los hijos. Es grave deber de aquéllos, procurar que en la familia reine el cli­ ma educativo más adecuado, que sirva a los hijos para su desarrollo integral, personal y social: «Es, pues, obligación de los padres formar un ambiente familiar ani­ mado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos»33. 30. Ibid. 31. DIM 44 32. GE 3. 33. GE 3.

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