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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS. 17 También sobresalía en el regio decreto el peso del prestigio jesuíta sobre el ánimo absolutista de su autor. A la Compañía otorgaba Fe­ lipe V el derecho de presentar tres candidatos hábiles para proveer, con el mejor, las vacantes de la sexta cátedra de teología, en la que debía explicarse Escritura y hebreo. El prestigio de los jesuítas en Cervera, y su consiguiente influjo aumentarían luego por sí solos, mer­ ced a la personalidad y labor de varios maestros insignes, allí docentes, como Mateo de Aimerich (1715-1799), Tomás Cerdá (1715-1771) y su discípulo José Pons y Massana (1730-1816). Su fidelidad a la escolás­ tica no les impedía una sobria apertura a la filosofía moderna, ni el aprecio decidido y el cultivo de las ciencias empíricas y matemáticas. Frente a esa tendencia, caracterizada también por su eclecticismo humanista moderado, y que perviviría soterraña más allá de su violenta supresión por decreto, coexistía la antagonista del pretendido aristote- lismo puro, que era más bien escolasticismo tomista. Sus abanderados fueron los dominicos: el ya citado Sebastián Pier, que regentó cátedras desde 1752 y se jubiló veinte años después, y Benito Vaquer, su con­ militón, primero, en la lucha por la «sana doctrina» desde 1761, y luego su continuador hasta la última década del siglo. En su magiste­ rio oral y escrito se mostraron ambos peripatéticos acérrimos y se opu­ sieron sin descanso a los rebrotes de suarismo, una vez suprimida la Compañía. Vaquer descollaría también por su oposición a la entrada oficial de la filosofía moderna en su universidad u. La expulsón de los jesuítas había roto en ella y en otras lo que un informe de la Audien­ cia de Cataluña denominaba, hacia 1766, el «equilibrio de las guerras escolásticas» 12, y había sido precedido por otra decisión inapelable de 11. Cf. V ila B a r tr o lí, o . c ., 182s; B e ltr á n de H ered ia, L os dominicos y la enseñanza de la teología en el reino de Aragón, en Estudios Franciscanos 34 (1924) 38-58: 49; J. L. A b e llá n , Historia crítica del pensamiento español, III: Del Barroco a la Ilustración (Siglos XV II y XVIII), Madrid 1981, 445-448; sobre Vaquer, LCUC, claustros de 1791-1792, sesión del 20.VIII.1792; AUB, caja 3, n. 2 (año 1792) y nuestro estudio La filosofía de Francisco de VillaU pando en Cataluña, en Estudios Franciscanos 79 (1978) 369-405: 377s. 12. AHNC, leg. 50844: Expediente promovido a instancia del convento de dominicos de la ciudad de Barcelona sobre que se hallan inhibidos de en­ señar públicamente la doctrina de santo Tomás. Aunque el decreto de Feli­ pe V, erector de la universidad de Cervera, permitía la enseñanza de las ma­ terias de facultades mayores en los colegios de religiosos del Principado, de­ clarando al mismo tiempo inhábiles para obtener grados en ellas los años ganados en tales colegios, el citado expediente afirma tenerlo prohibido des­ de 1727 hasta el año en que escriben (1766). Pedíanlo para no ser menos que los jesuítas. El informe de la Real Audiencia argüía que los demás religio­ sos pedirían otro tanto. Era la misma motivación que impulsara a los fran- 2

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