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292 CAMILLE BERUBE Enrique de Gante, Eckhart y Escoto En su obra magistral Jean Duns Scot. Introduction a se s positions fondamentales, el recordado medievalista Etienne Gilson, después de reconocer que el estudio del diálogo de Escoto con Gante sería de una importancia extrema para entender el pensamiento del primero, se ex­ cusa de no haberlo explotado a fondo, por preferir el estudio del diá­ logo de Escoto con Tomás de Aquino, juzgado más importante desde el punto de vista filosófico y desde el de sus intereses personales —en razón, sin duda, de su familiaridad con el tomismo—. Y, sin embargo, fue más significativo, para la historia del pensamiento escotista y más interesante para Escoto mismo su confrontación con el de Enrique de Gante. Dos motivos aduce Gilson en pro de su preferencia: el poner de relieve lo que de propio contiene la posición de Duns Escoto y el hacer ver que «mieux comprendre Duns Scot n’est pas inutile pour bien comprendre Thomas d’Aquin» l. Algunos críticos han llamado, por cierto, la atención sobre el ries­ go de utilizar el pensamiento de Escoto para entender el de sus prede­ cesores, o sea, el de construir un escotismo «ex machina», o «ad usum Delphini», en provecho del tomismo. Sin duda, esa vía, «retrógrada» por así decir, puede tener algún provecho para el estudio de Escoto y de sus interlocutores. También un grupo de investigadores del «Con- seil National de la Recherche Scientifique», de Francia, ha propuesto ver en la doctrina de Duns Escoto, el bachiller discípulo de Gonzalo de Balboa, o de España, la clave tan buscada para entender el pensa­ miento del maestro Eckhart, pensamiento denunciado por los francis­ canos de Colonia más de quince años después de la muerte del Sutil en aquella ciudad en 1308, y finalmente condenada por Juan XXII en 1329. Esa llave para comprender al maestro dominico mediante su inter­ locutor franciscano es la famosa lista de las «rationes Eckhardi» com­ piladas en una disputa teológica sobre la felicidad, dirigida por Gon­ zalo de España asistido de Escoto, «bachiller» cuya sutileza era ya reconocida en los medios universitarios parisienses. El supuesto víncu­ lo entre Escoto y Eckhart no es otro que el de «la homogeneidad en­ tre esas razones de Eckhart y las de las Quaestiones I y II» disputa- 1. O. c., 10.

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