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TRADICION PRE-REDACCIONAL DEL PADRENUESTRO 235 la vida de las primeras Comunidades cristianas, incesantemente espolea das, en efecto, por exhortaciones catequéticas sobre la oración3. A ese estadio primitivo se remonta también, con toda probabilidad la situación vital cúltico-bautismal del Padrenuestro, reflejada no sólo por la respectiva situación vital del Didajista y de Lucas 4, sino tam bién por las dos probables alusiones paulinas (Gál 4, 6; Rm 8, 15) al Padrenuestro (Cf. infra). Esto muestra ya que, al nivel de la tradición pde-redaccional, el Padrenuestro era la oración enseñada en la instruc ción o catequesis pre-bautismal a quienes, sólo tras haber sido bautiza dos y haber recibido el Espíritu de filiación divina, la pronunciaban por vez primera, formulando mediante ella, con exultante gozo, su nueva relación filial para con Dios: « ¡Abbá = Padre! ». 2) El Padrenuestro a) La introducción literaria de la «Oración del Señor» tanto en Mateo (6, 9a) como en Lucas (11, l-2a) es ciertamente redaccional5. La común exhortación ( = «proseúchesthe») a orar (Mt 6, 9a = Le 11, 2a), evocada también reiteradamente por el Didajista (Did 8, 2a. 3), es probablemente pre-redaccional: Tal exhortación introduce frecuente mente las primeras catequesis cristianas sobre la oración6, pudiendo, por tanto, «una semejante breve introducción haber existido» en la forma literaria pre-redaccional 1. b) La invocación mateana: «Padre nuestro, que estás en los cie los» refleja la redacción literaria de Mateo8. Pero no es exclusiva del Evangelista. Idéntica titulación emplea Marcos en el contexto de una breve catequesis sobre la oración y el perdón (Me 11, 15), donde tanto la titulación («vuestro Padre que está en los cielos»: Cf. Mt 6, 9b. 14) 3. Cf.1 Cor 11, 2-16; 14, 13-15; 1 Tes 5, 17-18; Ef 6,18-19; Fil 4, 2-4; Hebr 13, 18-18; 1 Tim 2. 1-8; Sant 5, 13-18, etc. Lacatequesis, enefecto, fue una de las más importantes «situaciones vitales», en que se formó la tradición evangélica: Cf. X. Leon-Düfour, Les Evangiles et l’histoire de Jésus, Pari,s 1963, 269-75 (trad. españ., 23643); M. D ibelius , Die Formgeschichte des Evan - geliíims, Tübingen 51966, 13. 25. 234-65; R. B ultm ann , Die Geschichte der sy- noptischen Tradiíion (FRLANT, 29) Góttingen 61964, 141. 144. 160s. 4. Cf. S . Sabugal, o . c ., 30. 38. 5. Cf. S . Sabugal, o . c., 29. 33s. 6. Cf. 1 Tes 5, 17. 25; 2 Tes 3, 1; Hebr 13, 18; Sant 5, 13; Ef 6, 18; Col 4, 3; Jds 20, etc. 7. Así con S. S chulz , o. c., 85. 8. Cf. S . Sabugal, o . c ., 113, n. 225.
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