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TRADICION PRE-REDACCIONAL DEL PADRENUESTRO 255 de filiación divina» y, por El guiados, cumplen la Voluntad del Padre manifestada en la Ley. La súplica por la venida del Reinado del Padre debió incluir, pues, la petición por el don del Espíritu, operador de ese ya incoado Señorío. ¡No consumado, sin embargo! Esa consumación es algo futuro (Cf. 1 Tes 2, 12; 2 Tim 4, 18), cuya herencia, vedada a «los injustos» (1 Cor 6, 9-10) que, no siendo guiados por el Espíritu, realizan «las obras de la carne» (Gál 5, 19-21; Cf. 1 Cor 15, 50; Ef. 5, 5), la obtienen quienes, con paciencia, soportan las tribulaciones (2 Tes 1 , 5 ; Act 14, 22) con la ayuda del Espíritu (Cf. Rm 8, 25-26), y afianzan su vocación y elección (Cf. 2 Pe 1, 10-11). La súplica por la venida del Reinado del Padre incluye, pues, también el don de la perseverante fidelida da una « vida según el Espíritu» (Cf. Gál 5, 16- 25), como garantía para el ingreso definitivo en el Reino, para la defi­ nitiva y plena participación celeste de los bienes salvíficos: « ¡Venga tu Reinado! ». 4) «Hágase tu Voluntad . ..» La súplica de las Comunidades judeo-cristianas por el cumplimien­ to de la Voluntad del Padre debió estar estrechamente relacionada con las dos precedentes, como necesario complemento y culmen de las dos primeras súplicas de alabanza: Ya la literatura judaica relacionó la venida del Reino de Dios con el cumplimiento de su Voluntad: Aceptar sobre sí «el yugo» de aquel Reino equivale a cumplir la Ley como manifestación de la Voluntad divina 67, en la convicción de que «el Reinado de Dios se actualiza siem­ pre que el hombre se somete obediente al único Dios» 68, siendo asi­ mismo santificado el Nombre divino por los israelitas, cuando éstos, en la fiel observancia de los preceptos de la Ley, cumplen la Voluntad del Dios 69. Con esta tradición veterotestamentaria y judaica debió enlazar, con toda probabilidad, la súplica judeo-cristiana. Quienes suplicaron por la santificación del Nombre de Dios, mediante el establecimiento definiti­ vo de su ya incoado Reino (Cf. supra), ruegan ahora que el Padre rei- 67. Cf. S tr.-B ill., I, 172-73. 176-78; G. Dalman, o . c ., 317s; R. Schnacken- burg, o. c., 35s (trad. españ., 46s). 68. R. Schnackenburg, o. c., 36 (trad. españ., 47). 69. Cf. S tr .-B ill ., I, 412417.

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