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252 SANTOS SABUGAL 3) «Venga tu Reinado» a) En la súplica por la venida del Reinado de Dios, las oraciones judaicas se refieren a un reinado pronto y, en todo caso, futuro, de ca rácter por lo demás político y limitado a Israel62. No debió coincidir con ese significado la homónima súplica en la tradición de las Comu nidades Judeo-cristianas 63. El Reinado de Dios, en efecto, es Su Seño río religioso sobre la existencia humana y, en particular, sobre cada hombre, a Quien éste debe servir (Mt 4, 8-10 = Le 4, 5-8), tras ha ber sido liberado de la tiranía de satanás, que obstaculiza la implanta ción de aquel reinado (Cf. Mt 12, 22-28 = Le 11, 14-20). Un señorío divino, por lo demás, ya inaugurado por Jesús mediante sus milagros (Mt 11, 5 = Le 7, 22) y exorcismos (Mt 12, 28 = Le 11, 20), prolon gados en la evangelizadora misión de la Iglesia (Mt 10, 7-8 = Le 9, 1-2): ¡Ya «sufre violencia el Reinado de Dios y lo conquistan los vio lentos»! (Mt 13, 33 = Le 13, 21) o quienes se hacen la violencia de «entrar» en él «por la puerta estrecha» (Le 13, 24 = Mt 7, 13) del cumplimiento de las palabras de Jesús (Cf. Le 6, 46 = Mt 7, 21); « ¡ha llegado a el Reinado de Dios y de Cristo! » (Apoc 11, 15-17; 12, 10; 19, 6), pues Este, «mediante su muerte, aniquiló al Señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud» (Hebr 2, 14-15). Quienes han participado de esa liberación, mediante el bautismal renacimiento «del agua y del Espíritu», entran ya en «el Reinado de Dios» (Jn 3, 3. 5), habiendo «recibido un Reinado inconmobible» (Hebr 12, 28). Y universal: A nadie excluyen los signos del Reino (Mt 11, 5 = Le 7, 22) y todos están invitados a participar en su banquete (Mt 18, 2. 9-10 = Le 14, 15. 21-23), a entrar en el Reino, mediante el cumpli miento de la voluntad de Dios manifestada en «las palabras» de Jesús (Cf. Mt 7, 21-27 = Le 6, 46-49). Futura es, sin embargo, su realiza ción total, pues la levadura debe «fermentar toda» la masa (Mt 13, 33b = Le 13, 21b); futura es asimismo su manifestación definitiva (Le 19, 11-12 = Mt 25, 14), que los fieles deben esperar en activa vi- 62. C f. S t r .- B il l., I, 418 s ; G. D alm an , o . c ., 311 - 313 . 63. Representada por los textos de Q, Hebr 12, 28; Jn 3, 3. 5; Apoc 11, 15. 17; 12, 10; 12, 10; 10, 6; C f.: S. S c h u lz , o . c ., 89s; G. W. B u ch a n a n , art. cit., 88; J. C a rm ig n a c, Le Mirage de VEschatologie, Paris 1979, 3542. 64-65. 77-82; J. S c h lo s s e r , o. c., 127-132. 156-159. 510-515; P. P r ig e n t , art. Règne de Dieu, V: Literature johannique, en: DBS X (Paris 1981) 187-99.
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