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DE LA ANAFORA DE LA «TRADICION APOSTOLICA» 189 íntegramente el texto de la anáfora de la Tradición Apostólica de san Hipólito. De este hecho argumenta Jungmann, contra Engberding, no sólo la paternidad de Hipólito sobre la llamada Constitución de la Iglesia Egipcia, sino la enorme autoridad que llegó a tener Hipólito en Egipto y en la lejana Etiopía: «Hay que preguntar por qué ha sido posible que en Egipto se tomara a san Hipólito, junto con los apóstoles y el discípulo auténtico de ellos, san Clemente, por "confidente de los apósto les” , atribuyéndole disposiciones "apostólicas” . El fenómeno se explica perfectamente, si por entonces —se re fiere Jugmann al año 420 de la Historia Lausica— circulaba un escrito considerado proveniente de la Tradición Apostólica»96. En suma, cabe afirmar, por los datos que poseemos, que Hipólito era ya conocido en Egipto y venerado como discípulo de los Apóstoles a principios del siglo V. Sin embargo, el texto que vamos a estudiar no atestigua esa autoridad sino a partir de la traducción etíope de la colección canónica copta, no anterior al siglo XIII. 1. Familia litúrgica de la anáfora de los Apóstoles La liturgia etiópica es, juntamente con la copta, una de las rami ficaciones de la familia alejandrina, que ha subsistido hasta nuestros días. Ya se sabe que las fuentes y la transmisión de estas liturgias son más tardías y menos claras que las otras orientales. En la liturgia etíope se conservan en uso unas veinte anáforas. Tres siguen la recen sión egipcia (la de los Apóstoles, la de Nuestro Señor Jesucristo y la de san Marcos Evangelista), dos son del tipo antioqueno (la de San tiago y la de san Basilio) 71. Las demás representan una recensión total mente propia de la Iglesia etiópica. Emplean una lengua muerta llama da el gue,ez. La estructura de la liturgia alejandrina de la eucaristía, aun tenien do características propias, coincide, en lo esencial, con las otras litur gias de la antigüedad: diálogo, alabanza y acción de gracias, interce- 96. J. A. J un g m an n , El sacrificio de la misa, 55-56. 97. A. H an g g i - I. P ahl , Prex Eucharistica, 142.
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