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DE LA ANAFORA DE LA «TRADICION APOSTOLICA» 185 tierran a patriarcas y obispos, e incluso, al menos en una ocasión, declaran el monofisismo religión del estado 87. En relación con el Testamento conviene recordar unos cuantos datos históricos. Una de las primeras noticias que sobre él se conservan pro­ cede del patriarca Severo de Antioquía, que cita algunos pasajes en uno de sus escritos 88. Severo es el principal fautor del llamado mono­ fisismo «verbal». Anduvo desterrado por el emperador a causa de sus ideas. En dos ocasiones vivió en Egipto, donde murió el año 535. A Antioquía había llegado, hacia el año 468, el monofisita Pedro de Fullo, acérimo opositor de Calcedonia, quien introdujo en el canto del trisagio «Santo es Dios, santo y fuerte, santo e inmortal», la adi­ ción «Que fue crucificado por nosotros» 89. El trisagio era un canto que se entonaba en las misas orientales antes o después del evangelio. Era un himno a la Trinidad. Al escu­ char la adición de Pedro de Fullo, los ortodoxos acusaron de monofi­ sismo a su autor. El se defendió diciendo que el «crucifixus est» se refiere sólo al Hijo. De hecho fueron las Iglesias monofisitas las úni­ cas que aceptaron la fórmula. El año 687 es la fecha que Santiago de Edesa pone a su traduc­ ción del Testamento del Señor del griego al siríaco. Fue poco después cuando la Iglesia Jacobita de Siria, monofisita, se constituyó su propio Octateuco Clementino, para contraponerlo, sin duda, a los V III libros de las Constituciones Apostólicas, que usaba la Iglesia rival de los mel- quitas. Las Constituciones Apostólicas acababan de ser censuradas, por un concilio, de haber sido interpoladas por manos heterodoxas, con lo cual perdían su prestigio de documento apostólico. Pues bien, los dos primeros libros de este Octateuco Siriaco de la Iglesia Jacobita no son otra cosa que el T'estamento del Señor. Recuér­ dese que ésta es la edición de Rahmani, y la que hemos utilizado aquí, pues no hay o tra90. 87. El emperador de Bizancio condena en una encíclica a Calcedonia, ele­ vando el monofisismo a religión del estado (475). Cf. M ign e, PG 86, 2600. 83. Cf. I. E. R ahm ani , Testament, ed. c., p. XVI y la nota 1. Otro testi­ monio del siglo V esla Theosophia de Aristócrito, que también cita al Tes­ tamento. Cf. en . X. F u n k , Didascalia et Constitutiones Apostolornm, Pader- born 1905, t. II, 16. 89. M ig n e , PG 86, 2600-2604. 90. Cf. J. M. H a n s s e n s , o . c ., 3 (primera nota).