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66 MANUEL GONZALEZ GARCIA al ámbito de Perú, porque el material encontrado para todo el período hispano de América era demasiado extenso e inabarcable para los fines del Seminario. En su exposición se limitó a señalar los caminos por donde había discurrido su investigación siguiendo los pasos de visita­ dores, vicarios, superiores, etc., así como las instituciones del Colegio de San Pedro Nolasco y la Universidad de San Marcos de Lima. En este último caso, según confesión del ponente, ha compuesto la lista de profesores y escritos relacionados con la filosofía. Por lo que mani­ festó V. Muñoz, su trabajo, una vez publicado, puede ser objeto de provechosa consulta para los historiadores de la filosofía en América. Pero tanto la materia en sí como la redacción concreta no hacían del trabajo de V. Muñoz materia adecuada para una detallada exposición. Siguiendo adelante en la cronología, Teresa Rodríguez de Lecea habló sobre E l tema americano en el krausismo español. Sus afirmacio­ nes fundamentales establecieron que los krausistas no trataron directa­ mente el tema americano. Más bien hay que rastrear su pensamiento en conferencias, artículos, discursos en las Cortes, etc. Su posición se centraría en la abolición de la esclavitud, en una atención particular a las relaciones entre las Antillas y la Metrópoli y en una agudización del sentimiento de decadencia en la cultura. Una muestra de las nor­ males limitaciones de todo pensamiento, y en este caso del krausismo, es descubrir que los krausistas fueron incapaces de comprender los de­ seos independentistas de las Antillas y que los krausistas se esforzaron en buscar un cambio en las relaciones Antillas-Metrópoli, pero mante­ niendo siempre sometidas las Antillas a la soberanía española. Como una manifestación más del intercambio intelectual entre Es­ paña y América podemos considerar la exposición de Ignacio Delgado, Presencia en España del filósofo cubano Rafael Montoro (1875-1876), cuyas ideas filosóficas examinó a través de dos artículos publicados en la «Revista Europa» (año 1875). Desde otra perspectiva distinta, interesante para comprender el ambiente de las colonias españolas y su efervescencia política, William J. Kilgore trató de La filosofía en América del Norte entre 1740 y 1820 y Nelson R. Orringer de La filosofía norteamericana en tiempos de la emancipación. El primero, W. J. Kilgore, se limitó a señalar el ambiente en que se movieron las colonias norteamericanas indicando su procedencia y otros factores (como los religiosos) de los distintos grupos establecidos en las colonias. Por su parte, N. R. Orringer obse­ quió a los participantes en el Seminario con una brillante disertación