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EL IV SEMINARIO DE H. DE LA FILOSOFIA E. 73 do aclaraciones impropias de una reunión que estaba programada para profesores y personas a las que se suponía con un mínimo de forma­ ción filosófica. Quizá estos aspectos negativos puedan explicar, en alguna manera, que la asistencia a las sesiones del Seminario fuera mínima algunos días. Viniendo al tema central del Seminario, es justo señalar su impor­ tancia. Hubo, ciertamente, una información copiosa sobre la filosofía española y América en el tiempo de la colonia y la emancipación, pero no se llegaron a tratar todos los temas de manera uniforme. Nos parece también que, para conocer ese tiempo de América, la filosofía, por muy importante que sea, no da razón suficiente de una situación intelectual para cuya explicación es preciso integrar otros muchos elementos de la vida social y cultural. Con todo, la filosofía no puede perder su importancia y habrá de ser vista como «concreta» y «americana», ya que la filosofía hispanoamericana surgió precisamente al calor de unos problemas que necesitaron respuestas nuevas, inéditas, para la moral, el derecho y la política. Manuel G o n z á l e z G a r cía