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PRESENCIA DE F. MAUTHNER EN LA FILOSOFIA. 55 mente expresivo para profetas y moralistas. Se distinguen así dos tipos de lenguaje: el expresivo y el empírico. El primero «expresa», ante todo, lo interior de la persona. Los sentimientos, las emociones, las actitudes frente a la vida y al mundo. De aquí que sus enunciados, por antonomasia, sean de índole poética. El poeta tiene poder para expresar sentimientos y valores. En cambio, el científico pretende des­ cribir y afirmar hechos y no encuentra en las palabras signos para poder manifestar valores. Por ello, no le es posible encuadrar a estos en el marco de la ciencia. Estas mismas ideas, las encontramos en L. Wittgenstein sistematizadas en la proposición 6.53: «El verdadero mé­ todo de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada, sino aquello que se puede decir, o sea las proposiciones de la ciencia natural —algo, pues, que no tiene nada que ver con la filosofía— y siempre que alguien quisiera decir algo de carácter metafísico, demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus proposiciones. Este método dejaría descontentos a los demás, pues no tendrían el sentimiento de que estábamos enseñándoles filosofía, pero sería el único estrictamente correcto». Después de los datos expuestos, nos hallamos en situación de in­ dicar los puntos de coincidencia y de diferencia que existen entre F. Mauthner y L. Wittgenstein a la hora de abordar el problema de los límites del conocimiento humano que se identifican con los límites del lenguaje. La teoría del dibujo de Mauthner que se transforma en teoría «pictórica» del significado en Wittgenstein conduce a posiciones diver­ sas. El escepticismo de que Mauthner está imbuido le conduce de ma­ nera radical a afirmar que el lenguaje nunca nos da la auténtica reali­ dad. Esta nunca puede ser captada en su interioridad, aunque, merced al dibujo que de ella refleja, el lenguaje nos permita andar por el mundo y entre las cosas. Sin embargo, el espectro expresivo es mucho más amplio en lo que se refiere a «comunicar» situaciones y estados emotivos. Puede decirse que Mauthner, si hubiera de decantar sus posiciones, daría un trato de favor al poeta sobre el científico. L. W itt­ genstein, en cambio, acota un campo de conocimiento que capta y expresa el mundo: es el de la experiencia, el de la verificabilidad. Y elimina de la ciencia todo el ámbito de los valores, de la metafísica, de la ética y de la estética. En líneas generales, la filosofía es relegada al desván de lo oscuro e incognoscible, acerca de lo cual es mejor callarse.

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