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52 ARRATE URANGA MENDIZABAL De esta suerte, el hecho atómico se presenta como una concatena­ ción, como una combinación de objetos o cosas. Y la forma cómo están conectados en el hecho atómico es similar a los eslabones de una cadena. Esta cadena de objetos se denomina estructura y su caracteri­ zación general es la de ser contingente, variable. La totalidad de los hechos atómicos actuales existentes es lo que constituye el mundo. Y la totalidad de los hechos atómicos existentes y no existentes cons­ tituyen la realidad, la total realidad. De esto se sigue que hay dos tipos de hechos atómicos: los positivos, existentes, que podemos pen­ sar y verificar y los negativos o que no pueden ser verificados. La figura lógica muestra los estados de las cosas en el espacio lógico. En la figura y lo figurado debe de haber algo en común para que una pueda ser figura de lo otro completamente. Lo que la figura debe de tener en común con la realidad para poder figurarla a su modo y ma­ nera, justa o falsamente, es una forma de figuración. Una figura puede corresponder o no al hecho y, por consiguiente, ser verdadera o falsa. Pero en ambos casos tiene en común con el hecho la forma lógica. Por tanto, no sorprende que nos encontremos con esta afirmación: «la lógica no es una doctrina, sino un reflejo del mundo» (prop. 6.13). En cuanto al lenguaje, L. Wittgenstein considera que es igualmen­ te un reflejo de la realidad o del mundo. De la misma forma que el hecho atómico es una concatenación de objetos, la proposición elemen­ tal es una concatenación de nombres (No en sentido gramatical, sino lógico). En la proposición, el nombre ocupa el lugar correspondiente a los objetos del hecho atómico. Y, en consecuencia, no se habla del signifi­ cado del nombre, sino del significado de la proposición. El nombre tiene sentido dentro de la estructura de la proposición elemental, y ésta es en el lenguaje la figura del hecho atómico. De acuerdo con la concepción especular o reflejo del lenguaje que subyace en el Tractatus, L. Wittgenstein defiende para el significado de una proposición la teoría conocida con los nombres de «pictórica», «representacional» o «figurista». Se la denomina así, porque se le ocurrió a L. Wittgenstein con motivo de un proceso militar a causa de un accidente entre varios coches. Para poder «reflejar» lo aconte­ cido, en lugar de personas y de automóviles reales, se colocaron en las mismas posiciones del accidente, muñecos. Los muñecos eran como «signos», «significaban» los hechos acontecidos.

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