PS_NyG_1985v032n001p0047_0062

PRESENCIA DE F. MAUTHNER EN LA FILOSOFIA. 59 en el estudio de la gramática y sus relaciones, convirtiéndola en nor­ mativa lúdica y pragmática. El uso varía según la evolución de los lenguajes dando lugar a los diferentes significados. La distinción entre los juegos se establece por su manera de utilización 13. Las voces y formas lingüísticas han cambiado con el tiempo. El en­ riquecimiento del vocabulario, su origen, su envejecimiento implica variaciones en el significado. De ahí proceden, con frecuencia, múlti­ ples malentendidos, confusiones o incomprensiones en la comunicación. Según Mauthner, no hay dos grupos humanos que utilicen el mismo lenguaje. La falta de comprensión no radica en los sinónimos o en otros pseudo-problemas, sino en los diferentes usos que cada comunidad da a su lenguaje. Sin embargo, una misma expresión puede utilizarse en juegos diferentes. La confusión de juegos produce, entonces, conflictos de significado. Como puede observarse, tanto Wittgenstein como Mauthner pen­ saban que es el uso lo que da significado al nombre. Las circunstancias diferentes también hacen adoptar usos diversos y, en consecuencia, variedad de significados y representaciones. Por ello, las palabras sólo tienen sentido para aquél que posee ya sus contenidos de representa­ ción; y, así mismo, la gramática de un lenguaje es completamente inte­ ligible sólo para aquél que no la necesita porque comprende el idioma. L. Wittgenstein en sus Cuadernos azul y marrón, al intentar esta­ blecer una relación entre cosa y signo, afirma: «El error que estamos expuestos a cometer podría expresarse así: estamos buscando el uso de un signo; pero lo buscamos como si fuera un objeto que coexiste con el signo» 14. Esta misma idea, con anterioridad, la presentaba ya Mauthner, cuando indicaba que un concepto formado tiene como re­ sultado la utilización del contenido de ese concepto. Así, «la mayoría de los buenos son buenos solamente porque existe el concepto de bon­ dad, y porque en ellos obra una inclinación a adquirir este apelativo de "bueno” como una orden. Ellos obran bien, renuncian a malos actos y ejercitan bondad, porque quieren llamarla así. En práctica relación hay entre ellos y el hombre naturalmente bueno, sólo una pequeña diferencia. Si ellos vivieran en un pueblo que no hubiera formado el 13. O. c., 55 y W ittg en stein , Cuadernos azul y marrón, 135. 14. L. W ittg enstein , Cuadernos..., 31.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz