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¿QUE SIGNIFICA EVANGELIZAR AL PUEBLO? 31 añade el de sufriente, «que se ve privada a la vez del tener, del poder y del saber» 6. Sería contrapuesto al de los privilegiados. «En el reparto de los bienes que pueden ayudar a ser persona (los bienes económicos, el saber, el dominio de la tierra...) los privilegiados se los han reservado para sí, y no les importa el que la inmensa mayoría no tenga acceso a lo que les podría hacer personas. No sólo no les importa, sino que, para poder seguir disfrutando ellos en abundancia de estos bienes, ne­ cesitan que la inmensa mayoría no acceda a su propio status, porque de otra manera tendrían que perder su superabundancia» 7. En definitiva, serían los pobres. «Son los de abajo, la clase domina­ da, la gran masa de gente que, en contraposición a los que mandan o representan algo en la sociedad, carece de influencia, de poder, de privilegios, de capacidad de decisión en la sociedad. Son los que no tienen, los pobres, los manejados» 8. «Sobre el sentido de pueblo, es conveniente precisar que pueblo es una ampliación de la palabra po­ bre: la vida del pueblo, sus luchas, sus aspiraciones es la vida, las luchas y las aspiraciones de los pobres, del pueblo pobre como sujeto colectivo»9. Ahora la pregunta pertinente, con relación al Reino de Dios y al Evangelio, es la siguiente: ¿A qué pueblo se refiere la revelación divina cuando se habla de evangelización? ¿A los dos conceptos o a uno de ellos? A) Dios y el pueblo La revelación de Dios aparece a causa y a favor de esta masa anónima de gente esclavizada y pobre, en Egipto. Precisamente esta masa es objeto de la preferencia de Yahvé, que se pone de su lado frente al Faraón. Esta es la idea dominante de la historia israelita, can­ tada por los salmistas y recordada por los profetas. «Tú salvas al pue­ blo humilde y abates los ojos altaneros» (Sal 18, 27-28). «El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a tos dijos de los pobres, y aplastará al opresor» (Sal 72, 4). El cántico de Ana refleja el mismo 6. R. G araudy , La base en el Marxismo y el Cristianismo, en Concilium 1975, n. 104, 62. 7. J. L. B riones , a . c., 207. 8. J. L. B riones , a. c., 205. 9. V . A raya, El Dios de los pobres, San José 1983, 43, nota 12.

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