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30 CARLOS BAZARRA Pero además de esta acepción, y dando explicación de la misma, está la de la clase oprimida: «Se entiende por pueblo a las clases opri­ midas. Las clases geopolíticamente oprimidas en las naciones perifé­ ricas son las clases campesinas... Además de los campesinos, pueblo es también la naciente clase trabajadora u obrera, que surge lentamen­ te en las industrias medias de sustitución de importaciones... En las naciones periféricas hay entonces clases dominantes, sectores interme­ dios y clases oprimidas, el pueblo propiamente dicho (campesinado, proletariado, y los grupos marginales: trabajadores estacionales, reco­ lectores, sirvientes domésticos, mendigos...). La nación periférica como totalidad no es pueblo sino que lo es por sus clases oprimidas» 2. Ahora nos interesa sobre todo el uso bíblico y evangélico del tér­ mino. Por supuesto que todo esos sentidos sociológicos los encontra­ mos empleados en el antiguo y nuevo Testamento, sin embargo descue­ llan dos acepciones. Son las palabras «Laós» y «Ojlos». Resumiendo, podríamos decir que «Laós» es un concepto más englobante, que abar­ ca a todos los individuos y grupos dentro de una organización general. El pueblo de Israel, verbi gratia, incluye a todos. O cuando en el Va­ ticano II se denomina a la Iglesia «pueblo de Dios» 3. «Ojlos», por el contrario, designaría la capa más baja de esa orga­ nización amplia que es «Laós». Sería «pueblo en minúscula» dentro del «Pueblo en mayúscula» 4. «Ojlos» significa también todo lo que es molestia o inoportuno. En nuestro lenguaje actual lo más aproximado a «Ojlos» sería «plebe», gente amorfa, sin cualidades destacables, muchedumbre, masa. Así aparece en Mt 9, 36 («se compadeció de las turbas») y en Jn 7, 49 («esa turba, que no conoce la Ley, son unos malditos») y muchos otros pasajes. Con esta acepción se identificaría lo que llamamos «inmensa mayo­ ría»: «Es exactamente el pueblo como inmensa mayoría, y como in­ mensa mayoría sufriente y en lucha»5. Al elemento cuantitativo se 2. I d ., o . c ., 89. 3. LG, cap. II: El pueblo de Dios. Cfr. J. S obrino , La Iglesia de los po­ bres, resurrección de la verdadera Iglesia, en el libro Resurrección de la verdadera Iglesia, Santander 1981, 107. 4. C fr. B ietenhard , «Pueblo», en Diccionario Teológico del Nuevo Testa­ mento, por C oenen -B eyreuther -B ietenhard , tomo III, Salamanca 1983, 437-451. 5. J. L. B rio n es , El rescate de lo popular, en Misión Abierta 1981, 206-207.

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