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¿QUE SIGNIFICA EVANGELIZAR AL PUEBLO? 39 sirve?» (Sant 2, 15-16). Es lo que se suele decir de la importancia de la praxis, del seguimiento real de Jesús para conocer a Dios: conocer a Dios es practicar la justicia31. «Referida a la fe, la praxis se integra en el concepto mismo de fe no como si fuera solamente el resultado y expresión de la fe, sino como una dimensión de la misma fe. La praxis creyente es la fe que actúa en acciones concretas de amor y es­ peranza» 32. La evangelización del pueblo, tiene, por consiguiente, este primer movimiento: que el pueblo pobre se constituya en sujeto, en persona, en hijo de Dios. «Las más de las veces se les explica la palabra, pero no se les da la palabra para que se expresen, se liberen e influyan en sus decisiones» 33 En resumen, ¿cómo puede una plebe convertirse en Iglesia? «Cuan­ do un grupo de personas sin cualificación es orientado por Jesús y como creyentes ponen en él su esperanza; cuando ellas actualizan los impulsos de la palabra y de la praxis de Jesús en la praxis del amor fraterno y del éxodo hacia una nueva sociedad» 34. b) De «Laós» a «Ojlos» Con el paso de «Ojlos» a «Laós» no se termina el proceso de evan­ gelización. En teoría podríamos darlo por terminado, pero la expe­ riencia nos dice que no se da un proceso lineal y unívoco, sino que hay retrocesos, inconsecuencias, y que «a los pobres los tendrían siem­ pre con ustedes» (Jn 12, 8). Al pasar de la esclavitud a la libertad integral, el peligro es olvidarse de dónde uno ha salido, y de los que continúan en esa situación35. Hay una frase en la Evangelii Nuntiandi que aun escrita tal vez sin pretensiones, es tremendamente cuestionadora: «La Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos, entre los cuales hay muchos hijos suyos» 36. Se afirma que hay miembros de la Iglesia que no están liberados. He aquí algo contradictorio, que va 31. J. I. G onzález Faus y otros, La justicia que brota de la fe, Santander 1982. 32. V . A ra ya, o. c.. 203. 33. H . G roenen , a. c., 66. 34. I d ., a. c., 65. 35. F. Ibáñez, La Iglesia re-enviada a los pobres, en Sal Terrae 68 (1980) 25-35. 36. E N , 30.

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