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24 ENRIQUE RIVERA rastreo de la Suprema Belleza, pasando por el Santo que clama con San Agustín: «Fecisti nos ad Te et inquietum est cor nostrum...». Da­ da esta indigencia constitutiva del Eros se me hace imposible poder aplicar este nombre a Dios, que por definición es plenitud. Pese a ello, el Pseudo-Dionisio se atrevió a decir que la suprema Tearchia es Eros y lo quiso justificar38. Pienso que en esta ocasión tiene razón A. Ny- gren contra el Pseudo-Dionisio y la larga tradición que le ha seguido. Es este un tema histórico que no se halla suficientemente aclarado. Me place constatar que algunos de mis colegas presentes han dado aportaciones importantes a esta investigación tan prometedora39. También, y con razón, A. Nygren es contrario a la tesis pagana de que al Eros se le declare salvador — soter — . Lo es en efecto para Platón a quien su discípulo Plotino sigue en esto muy de cerca. Pla­ tonismo y neoplatonismo están acordes en afirmar que vivimos en una cárcel, ligados a lo sensible. Pero que hay una fuerza salvadora, el Eros, que saca a los prisioneros de esta cárcel y los impele a ascender a la suprema Belleza. Desde su visión cristiana se explica la actitud drástica de A. Nygren contra esta tesis platónica. Pero es enormemen­ te agresivo contra el catolicismo al acusarle de haber permitido que el pagano amor-eros haya impregnado históricamente al cristiano amor- agape, hasta dejar sin relieve que nuestro único Salvador sea Cristo. ¿Tiene razón A. Nygren? La tendría, pesamos, si el pensador ca­ tólico juzgara que cuando el alma mística pronuncia la jaculatoria agus- tiana: «Fecisti nos ad T e...», expresión, sin duda, de un sublime erotismo espiritual, lo hace en virtud de un impulso ascensional mo­ tivado por el Eros. Pero es que el pensador cristiano se da aquí la mano con el teólogo para con él afirmar que este impulso ascensional 38. Dionysiaca. Recueil donnant l'ensemble des traductions latines des ouvrages attribués au Denys de l'Aréopagite, Edit. de Solesmes, Descíée de Brouwer, 1937: Tom. I: De divinis nominibus, caput quartum, 201 ss. En este pasaje se intenta hacer ver que la preferencia de eros sobre agape no es costraria a la Sacra Escritura, pese a que se adviertan las objeciones en contra. 39. Los colegas aludidos han publicado estos importantes estudios que elencamos por orden cronológico: A lejandro de V illalm o nte , El argumento de « razones necesarias » es San Buenaventura, en Estudios Franciscanos 53 (1952) 5-44; Id., El argumento «ex caritate » en la doctrina trinitaria de San Buenaventura , en Revista Españ. de Teología 13 (1953) 521-5447; Olegario G onzález , Misterio trinitario y existencia humana. Estudio histórico teológi­ co en torno a San Buenaventura, Madrid 1966; Vicente M u ñ iz R o d r íg u ez , Significado de los nombres de Dios en el Corpus Dionysiacum, Salamanca, Universidad Pontificia 1975.

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