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«HEIDEGGER Y LA NECESIDAD DE LA FILOSOFIA» 517 corresponde a lo que se asigna como lo pensado. Corresponder quiere decir: hacer frente a..., aceptar un desafío. El hombre está bien acondicionado, es decir, es constitutivo a su puesto en en la historia del ser el estar en condiciones para comprenderse en cualquier situación posible. «Das Verstehen ist nie freischwebend, sondern befindlich»17. Esto significa: el hombre, que está en una discusión, se halla siempre en una situación de «estar-arrojado» en la que tiene que proyectarse siempre de nuevo. El comprende que va en busca del comprender. Proyectándose se puede com­ prender siempre de nuevo. El se puede acomodar a nuevas situaciones, a nue­ vos proyectos y reproches, a nuevos encuentros y réplicas. Su estado es fijar constantemente de nuevo su estado o puesto. El se comprende pues cuando ocupa nuevas posiciones de su «entenderse en». Toda interpretación —incluida aquella interpretación que arregla cuentas con una interpretación (y se encuentra en ella)— apunta a poder ser entendida como proyecto de posibilidades de comprensión. Toda interpretación supone comprensión, como todo proyectar supone proyectos en los que se puede pro­ yectar. Los «pre-supuestos» echados siempre de distinta manera, esto es, los «pre­ cedentes» conseguidos siempre distintamente indican que en un encuentro que es posible sólo como discusión, se dan diferentes proyectos de existencia. Como posibilidades históricas del comprenderse remiten en la interpretación a su di­ ferenciación. Comprender estos distintos presupuestos significa: «sie verstehen ais etwas, worumwillen das Dasein ist»18. El presupuesto de lo que hace posible al hombre constituye la preestructura de la comprensión, como proyecto ya arrojado constituye la preestructura del Dasein. El hombre comprende, esto es, se proyecta hacia posibilidades. Cuando asume presupuestos en la comprensión se ve ya en posibilidades todavía no presentes. Comprender resulta ser así una consumación de la existencia. El comienzo supone el final en cuanto ,que acepta que es su posibilidad que se le da a 61. En este círculo de nuestro «comprender-suponer» nos hallamos siempre. Como arrojados a la existencia se nos ha arrojado ya también al comienzo y al final como nuestro presupuesto-fundamental. Este existente prácticamente arrojado desde siempre en la temporalidad se entiende como Dasein en el mundo. Sólo desde esta asuntiva pre-proyección podemos comprendernos y avanzar entonces hacia una comprensión expresa, serena, abierta y explorante. Todo comprender expresamente cuidadoso se basa en ese implícito «entenderse en». Todo com­ prender expreso significa recordar constantemente la precomprensión atribuida desde siempre. 17 SZ 339. 18. lb i’d., 228; Cf. Ibid., 314. 9

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