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524 ALEXIUS J. BUCHER Werner Marx —desde otra posición de pensamiento— señala con urgencia y cuestionadamente la esencia del sentido 28. A mí me parece que la fenomenología tradicional debería repensar su fun- damentación del concepto de fenómeno. Las preguntas de Heidegger en las que se plantean las estructuras propias del concepto de fenómeno yendo más allá de lo concebido por Husserl en este respecto, no han sido respondidas todavía de forma suficientemente principal: «Was ist das, was in einem ausgezeichneten Sinn Phanomen genannt werden muss? Was ist seinen Wesen nach notwendig Thema einer aus- drücklichen Aufweisung?» 29. H. Wagner ofrece aquí un trabajo preparatorio significativo, que ha pasado frecuentemente desapercibido30. Modelos empíricos de descripción para el fe­ nómeno valen tan poco como los exclusivamente apriorísticos. Sin caer en el aposteriorismo de Kant con la apriorística división de sujeto-objeto, no debe de llevarse a cabo la vuelta de Husserl al objeto en forma sensualista reduccio­ nista. El fenómeno debería ser examinado como principium y principatum. Todas estas indicaciones-esperanzas enmascaran sólo precariamente la indi­ gencia permanente y fundamental de nuestro pensar. Todo paso último alean* zado se solidifica en una posición y, apremiado por la necesidad, tiene que, aunque con una sospecha de reserva, reconocerse como últimamente válido. Nada se entiende de-una-vez-por-todas en forma fundamental y expresa, mien­ tras la misma base de nuestro comprender permanezca una y otra vez expresa- mente-incomprendida. El pensar principiante está siempre no-manifiesto en un real cumplimiento existencial que se presupone desde siempre. El pensar reve­ lador tiene que rendir siempre pasos nuevos de vuelta hacia los fundamentos no expresos, hacia el comienzo abandonado desde siempre de nuestro com­ prensivo trato con el mundo. Este trascender tiene que hacerse, si debemos comenzar con el filosofar. Nuestro pensar, nuestra comprensión de la filosofía ha evitado hasta ahora estas «preguntas de decisión» de su propio camino del pensar. Con el regreso a la distinción de ser y ente se alcanza el abismo de la metafísica y se gana un «concepto más originario» de metafísica. Un pensar semejante no ha lle­ gado todavía, sin embargo, a su comienzo31. El pensar tiene que abrir «otro 28. W . M arx , Das Denken und seine Sache, en G adamer - M arx —W e iz ­ säcker , Heidegger, Freiburg/München 1977, 11-42. Cf. especialmente p. 38. 29. SZ, 35. 30. H. W agner , Philosophie und Reflexion, 2. Auflage, München 1967. 31. Cf. N II, 243 ss.

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