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«HEIDEGGER Y LA NECESIDAD DE LA FILOSOFIA» 521 sofia de Nietzsche como muestra del trascender epocal de posiciones últimas ya dadas. La nihilización de la Idea platónica acontece con el aparecer del Dios cristiano. La edad moderna comienza con el conocimiento de que no es de ninguna manera evidente fundar el ser y lo existente en una identidad personal del Unum-Verum-Bonum. La modernidad apoyó entonces su propia seguridad últimamente válida en la valoración de la ley moral. Mas, porque con el de­ rrumbamiento de la metafísica se desploman también todas las fijaciones-de- valor-en-sí como seguridades últimas, un nihilismo histórico sólo puede ser contrarrestado si en el hombre mismo se engendra un nuevo fundamento. Hei­ degger trasciende de nuevo esta posición, intenta con ello preparar una com­ prensión de Nietzsche; él pregunta por lo todavía «adormecido no pensado». Heidegger pregunta si Nietzsche no comprende el valor como un valor-en-sí. ¡Voluntad como voluntad! Como su presente-constante y por eso fundante devenir continúa incuestionadamente el ser tradicional de la metafísica todavía secretamente presente como base provisional última de comprensión. Nietzsche no pudo nunca por esto experienciar la nihilización de un ser pensado como presente y disponible. El nihilismo propiamente dicho permaneció oculto para Nietzsche. De esta manera, con la pregunta «ob und wie sich in Nietzsches metaphysischer Erfahrung ... des Nihilis­ mus das eigentliche Wesen des Nihilismus zeige», se ha preguntado ya por más allá en el horizonte de esta pregunta y se ha vuelto cuestionable además, «ob im metaphysischen Begriff des Nihilismus dessen Wesen erfahren, ob dieses Wesen überhaupt be-griffen werden kann»21. No comprender el ser en diferencia ontològica con el ente significa no pen­ sar la nada en su pertenencia al ser. La verdadera esencia del nihilismo es no pensar la nada. La metafísica no puede todavía comprender esa nada. Ella misma es el nihilismo. II. L a in d ic a c ió n de H eidegger para el c a m ino DEL PENSAR PROPIO DE CADA UNO ¿Se puede descubrir en el encuentro con otros pensadores utilizado por Hei­ degger una indicación para el encuentro con el mismo Heidegger? Preguntado de otro modo —y considerando el ya repetido pensar de Hei­ degger—, ¿con cuánta consideración tiene un pensador preocupado por una in­ terpretación de Heidegger que preguntar adentrándose en lo digno de ser pen- 24. N 11, 336.

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