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LA ANTROPOLOGIA ESPIRITUALISTA DE R. F. 479 Nuestro autor, en este aspecto, quedará encuadrado dentro de una perspec tiva espiritualista donde la base metafísica del hombre está en la trascendencia, y estudiará en profundidad la cuestión ontológica y ética del hombre. II. O ntología . E l ser del hombre El análisis que hace del yo es exhaustivo, completo y equilibrado, dedicando a ello en especial su libro El yo como estructura dinámica, siendo necesario el planteamiento que hace del problema como base del código ético de todo hu manismo. En el análisis del concepto de substancia, a través de los principales filóso fos, le resulta inadecuado como categoría básica para interpretar la realidad. De la experiencia misma extraerá los conceptos que expliquen la unidad y con tinuidad del yo, sin olvidar su naturaleza cambiante. T ratará del yo psicológico, usando dicho término que, sin perder su nota de universalidad, mantiene constante referencia al individuo de carne y hueso. «Una sana teoría del yo debe ser el punto inicial —y aún el núcleo teórico— de una adecuada antropología filosófica»6. 1 .— Desintegración de la substancia1 Con Descartes se inicia la concepción moderna del yo, que impulsará al pen samiento por derroteros antes desconocidos. «Lo que en verdad ha hecho ha sido descubrir un nuevo y desconocido territorio de la realidad: el yo como conciencia, la subjetividad en su pura e íntima esencia»8. Inicia sus Meditacio nes con el propósito de alcanzar una primera verdad cierta e indudable, que !e perm itiera extraer el criterio mismo de verdad, saltando del cogito a la res co- gitans en las Meditaciones9. «Si Descartes hubiera sido consecuente... el salto a la substancia cogitans no se hubiera realizado y el problema del yo hubiera tenido otro destino histó rico» 10. El substancialismo está presente en Descartes en forma de prejuicio o supuesto y la conexión íntima entre atributo y substancia lleva a Descartes a afirmar que el alma siempre piensa. La influencia que ejerce en el pensamiento posterior hace de él punto obli gado de partida para todo examen de la concepción moderna del yo. Con Locke se comienza a desintegrar la concepción cartesiana de la subtan- cia pensante. El conocimiento es intuitivo y el problema de su continuidad inin- 6. O. c», 11. 7. Cfr. Ibid., 15-107. 8. Cfr. R. D escartes , Discurso del método, Madrid 1964, 24. 9. Cfr. R. D escartes , Meditaciones metafísicas, París, Adam-Tannery, 1964, vol. III, 27. 10. YED, 20.
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