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LA ANTROPOLOGIA ESPIRITUALISTA DE R. F. 487 y que estudiaremos, en mayor profundidad, en el apartado V. «Vida humana y los valores». IV. L ibertad que realizar El obrar humano no está caracterizado únicamente por el deber moral, 111 tampoco por los valores. Hay que destacar el que los valores, nacidos de la obligación moral, son asumidos y se encarnan en el obrar. Por eso, podemos hablar del obrar personal u obrar libre, que tenemos que realizar. Responde­ mos al ¿qué puedo hacer ? kantiano. Para el hombre de hoy, más que nunca, la palabra libertad tiene una reso­ nancia casi mágica. Suscita perspectivas fascinantes de realización humana. Es la aspiración suprema del hombre, meta de nuestros esfuerzos personales y co­ munitarios. «¿Se trata de una experiencia idéntica, cualquiera que sea el tipo de cultura a la cual una persona pertenece, o se trata de algo que varía de acuerdo con el grado de individualismo alcanzado en una sociedad dada? ¿Es la libertad solamente ausencia de presión exterior o es también presencia de algo?»39. Pero, ¿existe la libertad? Usamos esta palabra en muy distintos planos y sentidos, conexionada con la responsabilidad al no ser inconsciente la persona humana sino codeterminar esencial y concretamente su propio obrar. «La co­ nexión entre responsabilidad y libertad parece ser tan íntima que podría esta­ blecerse el principio que a mayor libertad, mayor responsabilidad»40. La usa­ mos ligada a la madurez humana confirmando que el hombre es auténticamen­ te él mismo, se ha liberado de las posibles alienaciones y domina su obrar. No puede ser concebida fuera de la relación interpersonal, del diálogo con los demás en el mundo, pasando a través del amor. «El amor es el espacio que la libertad se crea para realizarse y liberarse a sí misma»41. 1 .—Raíz de la libertad No podemos reducir el problema de la libertad humana a una simple alter­ nativa: ¿soy libre o no soy libre? Según el tipo de actividad a que se refiera la pregunta y la circunstancia o situación en que se halle variará la respuesta al problema del ser o no libre. El hombre se ha liberado lentamente de sus prejuicios y ataduras, por lo que podemos afirmar que la cualidad de ser libre adquiere grados. No pode­ mos demostrar la libertad sino mostrar sus evidencias. Así, afirmamos que la libertad no es una cualidad permanente sino que aumenta, disminuye o puede 39. E. Fromm , El miedo a la libertad, Buenos Aires 30-31. 40. IPH, 155. 41. J. G e v a e r t, o . c ., 214.

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