PS_NyG_1984v031n003p0395_0474

LA COFRADIA DEL CARMEN DE SEPULVEDA 431 mos invierten sus escotes como se patentiza por sus cuentas, cosa que deberá extinguirse. Por lo que Su Merced les amonesta, requiere y man­ da se contengan en sus gastos, pena de no hacerlo se dará por extin­ guida esta cofradía, con lo demás que haya lugar, invirtiendo sus esco­ tes en fines más piadosos, de que resultará evitar el escándalo que na­ turalmente se causa con tanto beber, fin bien ajeno al que debe tra­ tarse en semejante unión de hermanos». E idéntica observación debe­ mos hacer a propósito de la siguiente visita, la personal del obispo Isi­ doro Pérez de Celis 119, quien daba su visto bueno igualmente a los del Carmen, sin reparos, en tanto que a los de Plagas les dejaba caer, a base de la cal y la arena, que «vistas las formadas desde la anterior hasta la presente las halló sin error ni agravio sustancial», a pesar de lo cual «sin servirse aprobar ninguna de las partidas que se datan a título de refrescos», manda al párroco del Salvador, la iglesia de su sede, que en lo sucesivo no permita gasto alguno «con ese título»; y a los recalcitrantes de la Transfiguración cómo «sin embargo de las serias providencias dadas por el Ilustrísimo señor Jiménez en el de 1790 y repetidas por el licenciado don Dámaso Cascajo en el año de 1796, para cortar el pernicioso abuso de invertir más de dos terceras partes en refrescos y colaciones, no han surtido efecto alguno, pues se observan iguales o mayores gastos hasta el año de 1814, manifestando el poco respeto e indiferencia con que los hermanos de esta cofradía han mirado los autos de santas visitas, suspendiendo la aprobación de cuentas, manda al párroco de esta iglesia que bajo su responsabilidad no permita en lo sucesivo se haga gasto alguno con dicho título de re- en la nota 6); «notó Su Ilustrísima que, sin embargo de lo prevenido en ante­ riores visitas sobre la moderación de gastos y refrescos que se hacen entre her­ manos, no han tenido efecto, pues siguen del mismo modo y aún con más ex­ ceso, gastando más de tres partes de las contribuciones en refrescos de pan, vino y queso, todo en contravención y menosprecio de dichas anteriores provi­ dencias y de los repetidos cargos que se han hecho a los hermanos por don Juan Santos Saparate, cura de esta iglesia, según que así lo ha expresado en esta santa visita, habiendo llegado el caso de no querer firmar las cuentas como se le había prevenido por la inobservancia de dichos hermanos a sus reconvencio­ nes. Por todo lo cual se habían hecho acreedores a que Su Ilustrísima no apro­ base las expresadas cuentas y procediese a la extinción de la cofradía, pero usando por esta vez de benignidad y considerando que en lo sucesivo mode­ rarán los expresados gastos y no harán más que aquellos precisos e inexcusa­ bles, como así lo espera Su Ilustrísima de la prudencia de los expresados co­ frades, aprueba las expresadas cuentas por haberlas hallado sin error ni defecto sustancial». 119. Documento núm. 12.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz