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422 ANTONIO LINAGE CONDE de más explicación, forma cual epígrafe indicador entre los demás or dinarios a la izquierda del texto de las mismas. Algo, pues, que ha entrado en esa simetría de los libros documentadores, cual una imagen de la fidelidad a sí mismas de las vidas y mentalidades que plasman y reflejan86. Y la elocuencia de las cifras relativas. En 1811, de 170 reales de gastos, son de cera 120; en 1814, 96 de 148; en 1816, 128 de 194; en 1824, 84 de 157; en 1825, 154 de 194. Todo ello sin contar la de la fábrica. Y dando un buen salto, en 1910 87, se datan 57 reales de «cera y salve», en tanto que por la función de iglesia se siguen abo nando sólo 77, el pan importó 90 y el vino 186. En fin, en las últimas cuentas que tenemos a la vista, las de 1968, 3 kilos de cera, ya el sistema métrico decimal por sus fueros, no faltaría más, costaron 195 ptas. Pero, ¿acaso no sigue planteando en nuestros días la cera derra mada un problema de circulación en las calles de Sevilla durante la Semana Santa y se cuenta por arrobas la recogida en el suelo de la catedral? Lo cierto es que las proporciones acabadas de transcribir im presionan tanto que se evaden de la cuantificación para denotarnos todo un estilo88. Pero que se explican si tenemos en cuenta que no hay apenas acto confraternal que no necesite el artículo en cuestión. Recapacitemos, por ejemplo, en las cuentas de 1805, cuando se nos incluyen «8 libras de cera blanca en 2 hachas para la asistencia a las procesiones y rogativas y entierros de los hermanos, a razón de 18 reales libra» 89; en el in ventario de 1818, luego de «tres varas para asistir los oficiales a las procesiones y rogativas, las dos plateadas; y la otra para el señor alcal de, dorada», se hace entrega de «una arca para la cera custodiarlo (sic)»; y desde 1825, partidas que se parecen a la que en tal fecha 86. Salvador G onzález A naya , en su novela de ambiente malagueño El camino invisible (fechada en esa ciudad en 1945; nuestra cita es del capítulo XIV de la jornada primera, «La cerería de Santa Paula»; texto en Obras com pletas, Madrid 1948, 1503-4), hace dialogar así a dos personajes: «,—Y la cera la solución. —Pues no es tan sólo en la misa donde se halla. Está contigo, ar diendo, cuando te llevan a bautizar, y cuando el cura bendice y santifica tu matrimonio; y alumbra tus restos mortales. Toda la vida te acompaña, desde el capillo hasta el sudario». 87. Y esta vez manejando los datos de LCA3. Véase la nota siguiente. 88. Aunque no perdamos de vista que manejamos los datos de LCA1. Para el LCA3 véase más adelante. 89. O sea una data de 118 reales.
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