PS_NyG_1984v031n003p0395_0474

416 ANTONIO LINAGE CONDE Su enumeración viene a ser la estampa más fiel del parco y grave pero ineludible mobiliario 65 de la cofradía que, a su vez, es la de su pío ritual consuetudinariamente acompañatorio de las ceremonias litúr­ gicas de gloria y luto tejedoras de su ritmo inspirador. Así, en la primera de las actas conservadas en la materia66, de 1792, consta ab initio haberse rezado «por los hermanos que principiaron esta hermandad, por los hermanos que contribuyeron aprobar (sic) las ordenanzas, por los hermanos que contribuyeron hacer (sic) las varas en el año de 1791». Alusiones fundacionales y dotacionales que sin dis­ torsión se nos antojan colectivas, fruto del empeño y esfuerzo, comu­ nes al menos en su consumación, de los tejedores de la villa sin más, y nada permisorias de adivinar individualidades poderosamente deter­ minantes del tal alumbramiento. Dos años más tarde, en 1794, y parece que a título reparador de un olvido todavía propio de los primeros momentos, «dijeron todos los hermanos que se hiciesen otras dos conmemoraciones a más de las que anteriormente se han rezado, que son, por los hermanos que contribu­ yeron a comprar el Santo Cristo y respaldo que tiene esta hermandad para los entierros; y la otra por los hermanos que contribuyeron a re­ tocar el Santo Cristo en el año de 1793». El siguiente añadido, coincidiendo con el umbral del siglo, es «por Thomás Arnanz y su mujer María Martín que contribuyeron a pagar el dosel y pintarle en el presente año de 1800». Y otra vez se reitera, sin duda por exigencia suplementariamente retribuida de los benefactores, «por los mismos Thomás Arnanz67 y su mujer María Martín». A una distancia de quince años y simétricamente idéntica a la que antecede68 «por los hermanos que contribuyeron a pagar el pendón negro en el año de 1815; por los hermanos que han pagado el pendón blanco en el 65. Parvedad no siempre la norma en este mundo confraternal, y ello sin que sea necesario llegar a los esplendores andaluces o lorquianos, pongamos por caso. Véase ad exemplum, el catálogo de la exposición Arte e pietà . I patri­ moni culturali delle opere pie (Istituto per i beni culturali della regione Emilia- Romagna, Bolonia 1980). Y como botones de muestra de la influencia de las mentalidades confraternales en el arte del lugar y la época: R. E. K eller , Das Oratorium von San Giovanni Decollato in Roma. Eine Studie seiner Fresken, Bibliotheca Helvetica Romana, Instituí Suisse de Rome 1976); J. M. Cnuz V al - dovinos , Un catafalco rococó en la Torre de Esteban Hambrón («obra de la cofradía de las ánimas»), en Goya 1980, n. 155 (marzo-abril) 272-9. 66. Documento núm. 5 del apéndice. 67. Murió en 1804-5. 68. Murió en 1834-5.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz